Poco a poco se iban acercando a la Ría de Vigo. Tras cerrar al baño dos playas de Cangas y también haberse visto ya en las islas Cíes y Ons este pasado fin de semana, este miércoles, 10 de septiembre, han llegado a los arenales de la ciudad las carabelas portuguesas (Physalia physalis).
La Praia da Calzoa, la única playa canina de Vigo y que está ubicada al lado de la desembocadura del río Lagares, se ha visto sorprendida por la presencia de, al menos, un ejemplar de este tipo de organismo que pueden llegar a provocar importantes problemas de salud para la ciudadanía.
Tras haber invadido Sanxenxo además de provocar el cierre de los arenales de Liméns y Nerga la semana pasada, este fin de semana se hacían visibles en el Parque Nacional Illas Atlánticas, donde fueron vistas y fotografiadas por el propio personal del parque.
Tanto los archipiélagos del Parque Nacional como las playas del litoral vigués llevan días sin contar con la presencia de múltiples bañistas y usuarios debido al tiempo y las primeras lluvias del mes de septiembre. Sin embargo, son muchos los que todavía siguen visitando las islas y las playas de la ciudad, máxime en el caso de la Praia da Calzoa donde, a diario, se concentran decenas de vigueses y viguesas que llevan a sus ‘peludos’ a pasear al lado del mar.
Con todo, la recomendación ante la presencia de las carabelas portuguesas es clara: no tocarlas pero, en caso de contacto accidental, acudir de inmediato a un centro sanitario o solicitar asistencia médica.
De hecho, el veneno de estas carabelas tiene efectos neurotóxicos, cardiotóxicos y citotóxicos, mientras que su picadura es peligrosa y puede causar un dolor muy intenso, problemas respiratorios e, incluso, parada cardíaca.
Tras el contacto con una carabela portuguesa se siente un sensación de quemazón intensa, inflamación de las zonas del contacto, dolor agudo que puede llegar a provocar un “shock” anafiláctico e, incluso, una pérdida de la conciencia si la zona afectada es extensa. Se puede llegar a sufrir vómitos, fiebre y parálisis.