El próximo lunes arrancan oficialmente las clases y, con ellas, su etapa universitaria. Pero esta semana en la Universidad de Vigo se tuvo ya un “adelanto” de lo que tendrán los estudiantes matriculados más allá de la formación académica propiamente dicha: becas, deportes, idiomas, cultura, internacionalización, voluntariado, igualdad.
Se trata de los más de 2.000 alumnas y alumnos que, desde el miércoles y hasta el viernes, se acercaron a las jornadas de bienvenida que la institución académica viguesa organizó para el alumnado de nuevo ingreso, un encuentro lúdico que, tras pasar por los campus de Ourense -el miércoles- y Pontevedra -el jueves-, llegó este viernes al campus vigués.
La cita fue en el pabellón universitario y hasta allí se desplazaron un buen número de servicios universitarios, delegaciones de alumnado o asociaciones de estudiantes, entre otros.
“Queremos que conozcan las instalaciones, los servicios, las diferentes actividades a las que van a poder acceder durante los próximos cuatro años”, explicó la vicerrectora de Estudiantado y Empleabilidad, Natalia Caparrini, a quién le gusta acudir personalmente a estas jornadas. “Me encanta verlos, conocerlos, preguntarles qué titulación van a hacer…”, admite Caparrini, “contenta por verlos con tanta ilusión y tantas ganas”.
A lo largo de toda la mañana se acercaron hasta allí alrededor de 1.000 alumnos y alumnas que se suman a los alrededor de 600 que participaron en las jornadas en Ourense y 460 en Pontevedra.
La cifra de participación, entre el 85 y el 90%
“Estamos muy orgullosos y muy contentos”, indicó la vicerrectora, no solo por el «éxito» alcanzado por las jornadas de bienvenida, “en las que el nivel de participación se sitúa entre el 85 y el 90% de las personas convocadas”, sino también por las buenas cifras de matrícula de nuevo ingreso que está alcanzando la institución. “La tasa de ocupación supera ya el 100% en los tres campus”, explicó.
“Ahora queda que se matriculen los últimos convocados y luego se abrirá un nuevo plazo para las plazas que queden libres, aunque este año son muy ‘pouquiñas’, ya que la mayoría de las titulaciones ya cerraron en julio con tasas por encima del 100%”.
En esta línea, Caparrini indica que «en los últimos años» la UVigo fue subiendo en la tasa de ocupación, lo que considera “un claro síntoma de que la gente cada vez conoce más la institución y prefiere quedarse aquí a estudiar y no marchar a otras universidades”.
Caparrini se mostró especialmente satisfecha por cómo le fueron las cosas a la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía, donde este año cerraron matrícula, tanto en el Grao en Ingeniería de la Energía como en el de Ingeniería de Recursos Mineros y Energéticos, que era una de las titulaciones que tradicionalmente más le costaba cerrar. “Tanto para la escuela como para el conjunto de la Universidad esta es una gran nueva, ojalá siga esta tendencia”, recalcó la vicerrectora. “Se nota que el nuevo alumnado llega con muchísimas ganas”, dijo.
Entre los puestos que más interés despiertan entre el alumnado que se acerca a las jornadas de bienvenida están el Servicio de Becas, donde se informan del tipo de ayudas que van a poder obtener; el área de Deportes, Salud y Bienestar y el Centro de Lenguas, así como las mesas en las que se les entrega la agenda para el curso académico -realizadas con la ayuda económica del Consejo Social-, una bolsa de la Universidad de Vigo y “alguno que otro regaliño”, destacó la vicerrectora.
“Se nota que el nuevo alumnado llega con muchísimas ganas, tienen ganas de venir a conocer la Universidad y de ponerse al día sobre lo que les ofrece la vida universitaria al margen de sus estudios”, añadió Caparrini, “satisfecha”, por el éxito que están alcanzando estas jornadas en los tres campus.
Nerviosismo, ilusión y mismo calma en el inicio de curso
Entre los participantes, Alexandre Rodríguez, un vigués que tiene claro desde pequeño que le gusta la tecnología, razón por la que cursará el Grado en Ingeniería de Telecomunicación. “Está relacionado con un trabajo que quiero hacer en el futuro, arquitectura de ordenadores, me encanta eso”, aseguró, al tiempo que reconoce que quería estudiar cerca de casa porque “está todo al alcance de la mano, puedes ir a cualquier lado y conoces a gente que te pueda asesorar”.
Por su parte, Víctor estudiará el Grado en Ingeniería de la Energía, “porque me apasionan las energía renovables y quiero dedicarme a eso”. Este vigués, que conocía la universidad de su ciudad después de participar en jornadas de puertas abiertas, aseguró enfrentar esta nueva etapa de su vida “con calma. Hay que ir con calma porque no sabes a lo que vienes, las exigencias, así que por lo de ahora, calma. Cuando se miren los resultados ya veremos”.
Lorena, de Caldas de Reis, y Tania, de Nigrán, comenzarán la semana que viene el Grado en Química, titulación que la primera eligió después de que “en segundo de bachillerato me gustara mucho esta materia”. Lorena, que no había estado en el campus de Vigo con anterioridad, asegura que “la primera impresión es buena, buena”.
Daniel, de Pontevedra, accedió a la UVigo vía FP y quedó a las puertas del Grao en Biología, “que era lo que quería estudiar, pero Ciencias del Mar era mi segunda opción”. Asegura que quería entrar en la UVigo porque conocía a mucha gente que le habló del buen ambiente universitario y dice sentirse “muy ilusionado y con expectativas de aprobarlas todas y de vivir la vida universitaria al completo”.
Por su parte, el compostelano Alberto, también cursará el Grado en Ciencias del Mar, aunque su primera opción era Bioquímica, titulación a la que no pudo acceder por dos décimas. “Estoy muy contento y tengo muchas ganas de empezar”, aseguró, al tiempo que reconoció que es “mucho cambio” el paso de una ciudad pequeña como Santiago a otra que califica de “bastante caótica” como Vigo, donde tuvo bastantes dificultades para encontrar una residencia en la que poder alojarse.
Mientras, Érika estudiará el doble grado ADE-Derecho, tras dudar si hacer una u otra titulación. “Por las dudas escogí el doble grado, que me llama mucho la atención”. A pesar de ser de Vigo asegura que por amigos tenía más conocimiento de los campus de Pontevedra y Ourense, “pero del de Vigo alguna idea tenía”. En cuanto a sus sensaciones ante esta nueva etapa, asegura enfrentarla con “incertidumbre y nervios”.
Por último, Rodrigo Leopoldo Míguez cursará el Grado en Ingeniería en Química Industrial después de elegir, entre las opciones que le permitía su nota media, una en la que estaba una materia que le gustaba como la química. Natural de Vigo, optó por la universidad de su ciudad “porque no me quiero mover y es muy cómodo poder ir a Torrecedeira andando en media hora. Entonces: para qué moverse?”, señaló.