Han tardado seis años. Pero tras la transformación que se está produciendo en el ámbito de Barrio do Cura y la revolución de obras en el centro de la ciudad, ahora parece que le toca el turno a la reforma de la histórica balaustrada del Paseo de Alfonso.
Fue en marzo del año 2019 cuando el Concello de Vigo valló uno de los mejores miradores de la ciudad, afeando una de las zonas más turísticas y cada vez más visitada por los vigueses y viguesas pero también por los foráneos. De hecho, es ya un gran punto de encuentro para grupos de amigos, familias y parejas que, cada día al atardecer, se reúnen alrededor del Olivo centenario para observar la puesta de sol.
Los trabajos que se tenían que ejecutar eran de refuerzo de la estructura y mejora de seguridad puesto que, como se llegó a asegurar, había incluso riesgo de desprendimiento. De hecho, este fue el motivo que se argumentó para justificar la eliminación de unas 30 plazas de aparcamiento para residentes en la calle Poboadores en abril del pasado año 2024.
Sin embargo, las obras nunca comenzaron. Ya antes habían exigido su inicio los grupos de la oposición e, incluso, la Federación Vecinal (Favec), solicitando información y explicaciones al gobierno local sobre la demora de la actuación.
Y no fue hasta abril de este año cuando el alcalde Abel Caballero dio una pincelada informativa a los medios de comunicación de lo que sucedería con esta obra. Según señaló en ese momento, se llevaría a cabo la tan esperada reforma a través de una prórroga del contrato de mantenimiento de infraestructuras viarias, que se aprobó en junta de gobierno local el 22 de ese mismo mes.
El contrato de prestación de los servicios de acondicionamiento, conservación y arreglo de las infraestructuras viarias de Vigo está adjudicado a la empresa viguesa Civis Global SL desde 2021 por un valor de 8,4 millones de euros (sin IVA). En el año 2022 se tramitó una primera modificación del contrato por 1,2 millones y, en marzo de 2025, se tramitó la prórroga por un periodo comprendido desde junio de este año hasta el 10 de junio de 2026 por un importe de 700.000 euros más.
Con ello, se llevarían a cabo reformas en infraestructuras con «deficiencias estructurales y peligro de derrumbe» considerando como uno de los «más peligrosos» el voladizo del Paseo de Alfonso. Concretamente, en la zona centro de la balaustrada, donde «además de la pérdida de la sección ya detectada anteriormente, se detectaron leves desprendimientos en los últimos tiempos», reza el expediente.
Y ahora, cinco meses después de obtener el visto bueno municipal, la empresa de mantenimiento comenzará con los trabajos el próximo lunes, 8 de septiembre.
Así lo han comunicado a los vecinos y vecinas de la zona y así se deja ver ya en los avisos que han colocado a lo largo de la calle Poboadores y en el acceso de vehículos al Casco Vello por la Praza do Berbés puesto que los trabajos conllevan la eliminación -una vez más- de plazas de aparcamiento además del corte total de la propia calle desde las 07:00 a las 15:00 horas durante todos los días y «hasta fin de obra».
Los encargados de la actuación han informado a los afectados de que la estimación de los trabajos es «de una semana», algo que no acaba de convencer a los residentes que, a partir del lunes, solamente podrán acceder y salir por la calle San Francisco y la Praza do Berbés. «Va a estar cortado desde el Olivo y hasta la curva del portalón de Barrio do Cura», señalan.
Con todo, se trata de una importante y esperada obra que se prevé cambie la imagen de la mejor balconada de la ciudad.
Pero también supone un contratiempo más para la movilidad de los residentes de la zona histórica de la ciudad que, en los últimos meses, se han visto completamente cercados por distintas obras en el ámbito, entre las que destacan las de Barrio do Cura -que avanzan a pasos agigantados siendo ya muy visible el primer edificio Ardora- pero también las que ejecuta el Concello de Vigo en el Paseo de Granada o en la nueva ‘placita’ de la calle Santiago, que debían acabar en el mes de agosto.