Las toxinas lipofílicas o diarreicas –causantes de problemas gastrointestinales–, «cogen fuerza» en las rías gallegas, con presencia en Muros, Arousa, Pontevedra y Vigo.
Tal y como ha trasladado la directora del Centro de Control para a Calidade do Medio Mariño (Intecmar), Covadonga Salgado, a Europa Press, a mediados de agosto se notificó un episodio de estas toxinas.
En concreto, afecta a dos polígonos de bateas en Muros, dos polígonos en Arousa –muy poco afectada, por lo que no hay desabastecimiento–, siete de los ochos polígonos de Pontevedra y uno de los doce en Vigo.
Asimismo, también se ha detectado la toxina amnésica –que afecta a zonas del cerebro humano y a las propias rías – en varios polígonos de mejillón. Dos de Arousa, dos en Baiona, tres en Pontevedra y ocho de Vigo.
No obstante, Salgado ha señalado que este episodio es «rápido y parece que está perdiendo fuerza». Igualmente, hicieron un cierre cautelar este lunes que ya se ha levantado en seis de esas zonas.
También, a principios de agosto se percibió un episodio de toxinas paralizantes –las de mayor gravedad, al causar parálisis y en los casos fatales la muerte–, «muy confinado» en Corme, Laxe y Camariñas. Un «episodio habitual», en palabras de la directora del Intecmar.
Aunque estas toxinas no dañan al propio molusco, pueden afectar al consumidor, por eso, ha desarrollado Salgado, cuando se sacan del mar van con un documento que indica su fecha de extracción y lugar. Así, en el caso de que se cierre una zona, se bloquea la emisión de dicho documento para garantizar que no llegue al consumidor.
Además, preguntada si la proliferación de toxinas se debe a la marea roja, Salgado ha explicado que esto se debe entender entre comillas. «Estrictamente una marea roja es un cambio en la coloración de rojo provocada por pigmentos de dinoflagelados, sin embargo la mayoría de estas mareas no son tóxicas», ha apuntado.