El alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha presentado este martes cinco nuevos autobuses de Vitrasa, que suponen una inversión de unos 2,5 millones de euros, y lo ha hecho en plena prórroga del servicio, que está pendiente de la licitación de un nuevo concurso para la que será la adjudicación más elevada de la historia de la administración local viguesa, más de 460 millones. Durante el acto, el regidor ha esquivado valorar en qué momento se encuentra la tramitación del nuevo contrato, cuyo anuncio previo se publicó en el mes de abril, pero que sigue sin lanzarse, a pesar de que apuntaba que entraría en vigor el 1 de enero de 2026. «Va bien, muy rápido, en tiempo y forma», se ha limitado a señalar.
Tras el acto, el grupo municipal del BNG ha criticado los ‘selfies’ del alcalde con los nuevos buses de Vitrasa y ha manifestado sus dudas sobre la nueva licitación del servicio de transporte colectivo, asegurando que a día de hoy no se conocen aún las conclusiones del ‘Estudio técnico sobre la demanda del transporte urbano colectivo’, que tendría que ser la base de dicho concurso.
Además, los nacionalistas han reclamado una vez más la remunicipalización del servicio y han vuelto a alzar la voz contra el recorte de 250 frecuencias desde la pandemia y la subida del billete.
Nueva incorporación
Durante el acto de presentación de los nuevos autobuses, modelo Solaris Urbino 12 Hybrid, de 12 metros de longitud, con tracción cien por cien eléctrica y etiqueta ECO por la reducción de emisiones. Caballero ha puesto en valor que la edad media de la flota de este servicio público es de 4 años, «que es la edad media más baja de ninguna ciudad de España».
Por ello, al respecto de esa nueva incorporación, cuando el servicio se encuentra en una prórroga forzosa (la concesión expiraba el pasado mes de junio) y a la espera del nuevo concurso, el alcalde se ha limitado a señalar que la compra de nuevos autocares es algo que «toca» ahora por contrato.
También ha asegurado que el bus urbano de Vigo es «muy, muy barato», ya que la inmensa mayoría de usuarios tienen billetes bonificados (o gratuitos en caso de los jubilados) a través de la tarjeta PassVigo. «Yo quiero poner en valor el transporte urbano de la ciudad y lo que significa tener una ciudad compleja», ha proclamado, al respecto de la dispersión de población en áreas rurales.
Críticas del BNG
Por su parte, el grupo municipal del BNG ha criticado los ‘selfies’ del alcalde con los nuevos buses de Vitrasa, cuando el servicio «continúa con 250 frecuencias recortadas» desde la pandemia y con uno de los billetes más caros de España, y ha advertido de que no se puede tapar «con propaganda» esa realidad.
El portavoz del grupo nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, ha vuelto a demandar al gobierno local que implemente mejoras en este servicio público y ha insistido en la necesidad de «remunicipalizar» el bus urbano para que deje de ser «gran negocio para unos pocos». «Menos ‘selfies’ con Vitrasa y más y mejor bus urbano para los vigueses», ha proclamado.
Por otra parte, ha vuelto a insistir en que todavía no se conocen las conclusiones del estudio encargado por casi 320.000 euros sobre la demanda del transporte urbano colectivo que, teóricamente, sirve de base para la nueva licitación del servicio, y cuyas conclusiones debían entregarse en octubre del año pasado.
Sin noticias del estudio del bus
El frente nacionalista volvió a trasladar sus dudas sobre la nueva licitación del servicio de transporte colectivo, asegurando que a día de hoy no se conocen aún las conclusiones del ‘Estudio técnico sobre la demanda del transporte urbano colectivo’.
Un informe contratado en noviembre de 2023 por casi 320.000 euros, y cuyo plazo de entrega finalizó en octubre del año pasado. Según había anunciado el gobierno local, este estudio será la base para el diseño de los pliegos de la nueva concesión y de la actualización del mapa de líneas.
No obstante, advirtió Igrexas, no hay constancia de que se hayan realizado ninguna de las 4.000 encuestas en hogares y personas usuarias contempladas en la contratación.
El portavoz del BNG volvió a exigir también explicaciones del gobierno local por el aumento de casi un 90% en el coste previsto del servicio de bus urbano que, según se recoge en el anuncio previo para la nueva licitación, pasa de los actuales 24 a 45 millones de euros.