En un mundo donde las oposiciones a profesorado representan un desafío titánico, la familia Sarmiento ha protagonizado un caso excepcional: Iago Sarmiento, filólogo de lengua portuguesa, y su hija Mar, filóloga de lengua inglesa, han aprobado sus respectivas oposiciones el mismo año. Esta coincidencia, que combina trayectorias dispares pero unidas por la pasión por la enseñanza, destaca por su rareza y simboliza el triunfo de la perseverancia familiar. Una inspiradora historia que no solo celebra un logro académico, sino que también resalta la singularidad de un padre e hija alcanzando metas paralelas en un campo tan competitivo como la docencia.
Iago Sarmiento, perseverancia tras años de interinidad
Tiago Sarmiento, como se le conoce en el entorno docente, cuenta con una dilatada experiencia como profesor interino de portugués durante 12 años, realizará sus prácticas como funcionario en el IES Pazo Da Mercé (en As Neves), el mismo centro donde ha impartido clases en los últimos tiempos. Su elección no es casual: “Se trata de un lugar con una armonía muy grata donde he sido y soy feliz trabajando”, afirma Tiago, quien reconoce que comenzó a preparar las oposiciones “muy tarde”, lo que añade mérito a su éxito.
Su especialidad en lengua portuguesa se enmarca en el contexto de la Ley Paz-Andrade, aprobada en 2014 por el Parlamento de Galicia, que busca fortalecer los lazos culturales y educativos entre Galicia y la lusofonía. Esta norma ha impulsado la enseñanza del portugués en los centros educativos gallegos, reconociendo su proximidad lingüística con el gallego y promoviendo intercambios con países como Portugal o Brasil. Para Tiago, esta ley representa una oportunidad para enriquecer la docencia, aunque su camino hacia la plaza ha sido un testimonio de dedicación en un sistema que a menudo exige años de espera.
Mar Sarmiento, un debut triunfal
En contraste con la larga trayectoria de su padre, Mar Sarmiento se presentaba por primera vez a las oposiciones y tras obtener aprobarlas realizará sus prácticas como funcionaria en el IES Luis Seoane de Monteporreiro, en Pontevedra, donde impartirá clases de inglés. A sus 24 años, Mar inicia su carrera docente con un logro que pocos alcanzan en su debut, y lo hace en un centro donde podría incluso impartir clases a su hermano menor, añadiendo un toque familiar a su nueva etapa profesional.
Su enfoque en el inglés refleja la creciente demanda de esta lengua en la educación, donde se enfatiza la formación bilingüe para preparar a los estudiantes en un mundo globalizado. Mar, que ha combinado sus estudios con una pasión por la pedagogía, representa la nueva generación de educadores que entran en el sistema con frescura y determinación, demostrando que la preparación meticulosa puede acortar caminos que para otros son maratonianos.

Un triunfo familiar simultáneo
Lo que hace único el caso de los Sarmiento es la coincidencia temporal de sus éxitos en unas oposiciones conocidas por su dureza y competitividad. Padre e hija, ambos filólogos pero especializados en lenguas diferentes, han aprobado en el mismo año, un hecho que resalta no solo su talento individual, sino también el apoyo mutuo en un proceso exigente. “Estábamos tan cansados y agotados por el esfuerzo que apenas lo celebramos; eso sí, encontramos fuerzas para ir a animar a nuestro Celta en Braga”, recuerda Tiago con humor, antes de añadir con emoción: “Se trata de una alegría inmensa; para mí, doble, porque continúo haciendo lo que amo en un lugar donde me siento plenamente realizado, y una alegría también, como padre, por mi hija, que alcanza una de sus metas. No puedo estar más orgulloso”.
Esta sincronía familiar es excepcional en un contexto donde las oposiciones requieren años de preparación, oposiciones que en España atraen a miles de candidatos cada año, con tasas de éxito que rara vez superan el 10% en algunas especialidades, según datos del Ministerio de Educación. El triunfo simultáneo de Iago (Tiago) y Mar no solo inspira a otros opositores, sino que también subraya el valor de la transmisión generacional en la vocación docente, en una familia donde la filología parece ser un legado vivo.