La colosal obra de ingeniería que el Puerto de Vigo está ejecutando en Bouzas bajo la denominación de Peiraos do Solpor da un paso más.
Y es que la estructura que albergará el Faro y observatorio submarino que culminará el proyecto estrella diseñado y ejecutado por el Puerto, ya se deja ver en las instalaciones del astillero vigués Cardama Shipyards, donde se está construyendo esta parte de la obra, y de forma paralela a la parte del paseo y pasarelas que, sobre pilotes y con dos exclusivas plataformas flotantes de grandes dimensiones, ya asientan sus cimientos en la dársena de Bouzas.
De hecho, esta mañana el Presidente del Puerto de Vigo, Carlos Botana, acompañado de Mario Cardama, los responsables de la contrata UTE Peiraos, formada por las empresas CivisGlobal-Seranco-Altuna y Uría, junto con el Jefe de Departamento de Economía Azul y el Jefe de división comercial de la Autoridad Portuaria de Vigo, visitaron las obras en el astillero.
Y según pudo comprobar de primera mano el máximo responsable portuario, los trabajos avanzan a buen ritmo, estimándose que la botadura de esta estructura que culminará Peiraos do Solpor, pueda tener lugar a finales de septiembre.
Así, el observatorio submarino, que cuenta con cinco ventanas sumergidas de gran tamaño, además de ascensor y escaleras, alcanzará una altura de 15 metros.
Y se prevé que tenga que ser remolcado hasta Bouzas en flotación, una vez realizadas las pruebas de estanqueidad y presión, al igual que se transportó el Nautilus construido por el mismo astillero.
Obra de «gran singularidad y pionera a nivel mundial»
Esta obra, de una «gran singularidad y pionera a nivel mundial», según apuntan desde la Autoridad Portuaria, «se está realizando con los mejores expertos y empresas», especializadas tanto en construcción naval como en ingeniería civil.
Como ejemplo, señalan, la fórmula del hormigón utilizado, en donde se han tenido en cuanto factores como los tiempos de transporte, velocidad de fraguado, vibraciones debidas al tráfico y cualquier otra contingencia que pudiera variar las velocidades de hormigonado.
Además, se han estudiado la resistencia al oleaje y condiciones marinas que puedan darse en la ubicación definitiva, tanto actualmente como en el futuro.
Mientras tanto, en la escollera que rodea la terminal de coches de Bouzas, continúan, a buen ritmo, los trabajos de pilotaje que darán soporte al visor submarino y las pasarelas.
De acuerdo con las previsiones actuales, Peiraos do Solpor será una realidad en el próximo año.