Aunque los datos oficiales muestran que la criminalidad ha bajado ligeramente en Vigo, muchas personas siguen sin sentirse seguras. Y no es para menos. Los robos con violencia subieron en lo que va de 2025, y los delitos digitales también. Como respuesta, cada vez más vecinos están tomando medidas concretas para proteger sus hogares, negocios y comunidades. Hablamos de soluciones contra robos que combinan tecnología, estructuras metalicas, puertas acorazadas homologadas y cerraduras multipunto, entre otros elementos, que permiten reducir significativamente el riesgo de intrusión y ofrecer una protección real frente a métodos de robo cada vez más sofisticados.
Entendiendo a dónde estamos parados
Según el Ministerio del Interior, en el primer trimestre de 2025 se registraron 2.961 delitos en Vigo, un 5,4 % menos que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, no todos los delitos bajaron. Los robos con violencia e intimidación subieron ligeramente (42 casos) y los ciberdelitos —principalmente estafas por internet— aumentaron un 4,5 %, con 886 denuncias en ese mismo período.
Además, los datos de 2024 aún están frescos en la memoria. Entre enero y septiembre de ese año, las agresiones sexuales aumentaron un 34 % y los homicidios pasaron de 1 a 3. En barrios como Coia, Casablanca o Teis, se han reportado casos de intentos de intrusión en viviendas unifamiliares y robos en garajes comunitarios.
Esa sensación de vulnerabilidad ha empujado a muchos vigueses a reforzar la seguridad de sus propiedades.
Algunas medidas que están tomando los vigueses
Cada vez más familias y comunidades optan por soluciones integrales para proteger sus viviendas. No se trata solo de poner una alarma, sino de combinar varias capas de defensa: desde el blindaje perimetral hasta el uso de sensores de la mano de la IA.
Entre las más populares, destacan las siguientes.
- Puertas reforzadas: son la opción más elegida para entradas principales. Están fabricadas con acero galvanizado de entre 1,5 y 2 mm de grosor, reforzadas internamente con omegas metálicas y ancladas con bisagras antipalanca. La mayoría incorpora cerraduras multipunto y cilindros de seguridad. Cada vez hay más empresas de renombre que las instalan en menos de 24 hs. Además, muchos modelos actuales permiten integrar sensores o apertura remota por app. Su precio ronda los 1.200 €.
- Cerraduras multipunto: a diferencia de las cerraduras simples, estas aseguran la puerta al marco en varios puntos. Las versiones actuales incluyen cilindros anti-bumping, escudos anti-taladro y llaves codificadas.
- Blindaje perimetral: cada vez más común en bajos o chalets. Refuerza muros y rejas con estructuras metálicas resistentes a impactos.
- Sistemas disuasorios: aunque no impiden físicamente el robo, muchas veces lo evitan. Luces que se activan con el movimiento, cámaras visibles, carteles de advertencia y alarmas exteriores funcionan como freno psicológico para el ladrón.
- Sensores y domótica: las soluciones inteligentes permiten detectar una intrusión antes de que ocurra. El uso de cámaras de videovigilancia en puertas, ventanas, techos o zonas de paso activan alertas que se envían al móvil o directamente a una central de monitoreo. Sistemas como Sector Alarm ofrecen conexión directa con la Policía Local.
Hablemos de los materiales más elegidos
¿Sabías que la mayoría de las soluciones de seguridad utilizan materiales metalicos, principalmente acero? Así es. Es más, las puertas acorazadas, por ejemplo, combinan chapas de acero galvanizado con placas de refuerzo internas. Algunos modelos incluyen aleaciones de aluminio o titanio, más ligeras pero también resistentes. También se usan elementos metálicos en persianas, verjas, rejas extensibles y portones automáticos.
Su durabilidad frente a la humedad y los cambios de temperatura los hace ideales para el clima gallego. Además, los sensores de movimiento y los sistemas de detección sísmica suelen integrarse en estructuras metálicas, facilitando su ocultamiento y protegiéndolos de vandalismo.
Cuando la tecnología nos da la mano
Los sistemas actuales no solo alertan cuando algo pasa, sino que pueden anticiparse. Algunas plataformas, como las ofrecidas por Securitas Direct o Sector Alarm, detectan patrones sospechosos y activan alertas preventivas. En comunidades de vecinos, estas soluciones están conectadas directamente con la Policía Local, reduciendo notablemente los tiempos de respuesta. Por ejemplo, en zonas como O Calvario o Bouzas, varias comunidades han implementado alarmas con sensores volumétricos conectadas a patrullas privadas. En caso de intrusión, el aviso llega en segundos, incluso antes de que los propietarios se enteren.
Entonces… ¿Vale la pena invertir?
Definitivamente sí. Aunque los precios pueden parecer altos, el coste de un robo (económico, emocional y de tiempo) suele ser mucho mayor. A todo esto, las aseguradoras valoran positivamente las viviendas con sistemas disuasorios, puertas reforzadas o blindaje perimetral, lo que puede reducir el coste de las pólizas.
Además, muchos de estos dispositivos son escalables.
Es posible empezar con un kit básico de sensores por 300–400 €, e ir incorporando cámaras, cerraduras electrónicas o detección inteligente según el presupuesto.
Con todo esto, se puede decir que, aunque los datos oficiales muestran una baja general en los delitos, los robos violentos y ciberdelitos siguen creciendo en Vigo. Por eso, los vecinos no bajan la guardia y apuestan por soluciones contra robos que combinan tecnología, cerraduras multipunto, puertas reforzadas, sensores y materiales metalicos resistentes como el acero. La clave está en prevenir antes que lamentar. Y Vigo parece estar entendiendo este mensaje.