Ya lo había presagiado el alcalde Abel Caballero. Y así fue. El rapero argentino Trueno ‘petó’ el parque de Castrelos en el que fue el primer llenazo absoluto de este verano dentro del programa ‘Vigo en Festas’.
Desde primera hora de la mañana -e incluso los días anteriores- fueron muchos fans del artista que se plantaron en el auditorio al aire libre para conseguir un lugar de excepción y no perderse una de las actuaciones más esperadas entre los jóvenes y no tan jóvenes.
Y de este modo, Mateo Palacios, el rapero Trueno, se subió al escenario de Castrelos con su padre, rindiendo homenaje al hip hop clásico y con improvisación incluida ante un abarrotado y volcado público, que llenó la platea pero también la zona de graderío y alrededores del parque municipal.
Pero antes de su actuación, y como no podía ser de otro modo, el telonero Caballero hizo gala de su pasión por los conciertos y la música al aire libre en el auditorio de Castrelos, destacando la gran cantidad de gente que se concentró en el parque para ver a su artista favorito.
También se subieron al escenario MC Peligro, el padre del artista, y su compañero, KMI 420, que ofrecieron un adelanto de su próximo disco. Unas 60.000 personas, decían que había esta noche en el parque. Más allá de números lo que está claro es que, cuando entró en escena el rapero argentino, sus fans se quedaron rendidas ante el hip hop internacional del rey Trueno.
No faltaron sus clásicos como “Fuck el Police”, “Feel me??” o la colaboración con Bizarrap. Con base de “Volando voy” rapeó sobre Vigo y sobre el Celta, acabando por meterse al público en el bolsillo. “¿Qué pasa con mi gente de Vigo, hermanos de la Argentina. Tengo un regalito a toda la gente que hace el aguante”les dijo. Y comenzó a rapear “Real Gnasta love”, el primer tema coreado por el respetable.
Y tampoco se olvidó de momentos íntimos con sus temas “Night” o con “Rain III”. También los hubo más bailables con “Mamichula” o con su cover de “Los aparatos”.
Compaginó éxitos como “Sangría” o “Atrevido” con “Violento”, “344” o “Cuando el bajo suena”. El final llegó con “Dance Crip”, de “Bien o mal” (2022) y el auditorio de Castrelos acabó vibrando como lo haría en La Bombonera.