Samir Slim, dueño y encargado del local Mimassa que se hizo la semana pasada viral en las redes sociales tras expulsar de la terraza a un grupo de turistas israelíes ha publicado este domingo un comunicado de agradecimiento por las numerosas muestras de apoyo recibidas y para pedir también disculpas porque, admite, «no podemos contestar a todas las llamadas».
En un breve vídeo colgado en la red social Instagram del restaurante Mimassa, Slim hace balance de una larga semana en la que ha recibido numerosas muestras de apoyo y también multitud de críticas e insultos tras echar del local a un grupo de turistas que, según indicó, le estaban provocando porque vieron la bandera del Líbano, su país, en el local. Su vídeo expulsándolos al grito de «Viva Palestina» –mientras el grupo abandonaba la terraza respondiendo con un «fuck Palestina»– ha dado la vuelta al mundo.
Prueba de ello ha sido además la caída en la valoración en Google del restaurante, que hace una semana contaba con una puntuación de 3,9 y que la semana pasada bajó hasta el 3, con comentarios en los que no se hacía mención a la comida, sino al incidente del martes que, señala, «se ha disparado en las redes sociales». «Las reseñas no nos importan, nos importa el cara a cara», indica Slim en el vídeo publicado en Instagram.
«Queremos agradecer a todos los que nos han enviado mensajes y llamadas de apoyo desde todo el mundo y también a toda la gente que han venido a nuestros locales para apoyar. Su cariño y solidaridad significan mucho para nosotros. Muchas gracias», remarca Samir
El hostelero, visiblemente cansado, pide disculpas por no coger el teléfono ante la «avalancha» de estos últimos días. «Estamos sufriendo muchas llamadas. También hay muchas de apoyo, pero no podemos contestar a todas, por eso pedimos disculpas», señala.
Por ello, insiste en que aunque no se pueden coger las reservas telefónicas, el local está abierto al público «todos los días, tarde y noche».
«Se filtran noticias de que hay algún problema, pero no es así, estamos bien. No tenemos ningún problema y todo está bien. A quien quiera venir, las puertas están abiertas y aquí estamos a gusto, trabajando», ha explicado para acto seguido agradecer de nuevo el «apoyo» y el «cariño» recibidos durante estos últimos días. «Tenemos el local lleno», ha dicho.
«Estamos cansados y llevamos mucho tiempo sin dormir. No estamos atendiendo los teléfonos, pero las puertas están abiertas. Muchas gracias y que viva Palestina», concluye el vídeo.