Esta es la calle López de Neira en la actualidad, en la ciudad de Vigo. Se trata de una calle muy céntrica que parte de la Rúa Progreso en su confluencia con la Rúa María Auxiliadora, y que desemboca en la popular Rúa Príncipe, en las proximidades de la Porta do Sol.
Está dedicada a Antonio López de Neira, industrial vigués que llegó a ocupar la alcaldía de la ciudad entre 1897 y 1901. Curiosamente, López de Neira vivía en la esquina de esa calle con la Rúa Príncipe y en la fachada de su edificio se instaló el primer farol de luz eléctrica de la ciudad, con uno de los primeros modelos de bombilla de Edison, en el año 1880.
Sin embargo, el Vigo de la época todavía tuvo que seguir utilizando las típicas luces de gas durante dieciséis años más, hasta que esa luz tan moderna y casi milagrosa generada por la electricidad llegó por fin al resto de la ciudad. La calle recuperó los primeros puestos del protagonismo durante los años ochenta del pasado siglo XX, en la llamada época de “la movida”.
En esos cortos años de agitación se llenó de comercios con destacadas firmas de moda y pasó a ser conocida como “la calle de la moda”. Finalmente, con el paso del tiempo, se fue perdiendo aquel glamour y los establecimientos fueron cerrando sus puertas.
Hoy va recuperando tímidamente su tradición comercial y es una calle a la espera de una nueva oportunidad, porque la reciente humanización todavía no ha producido sus frutos.