Este es, sin duda, uno de los mejores miradores que tiene la ciudad de Vigo. Desde estos bancos, ubicados en el Paseo de Alfonso XII, muchas personas, tanto nativas como foráneas, disfrutan de la impresionante visión de la ría de Vigo con las islas Cíes al fondo. Sobre todo, al atardecer, cuando las aguas se tornan plateadas y luego, cuando se va poniendo el sol, los colores se vuelven iridiscentes. No es extraño, por lo tanto, que se repitan las fotografías una y otra vez, con autorretratos, retratos y fotos de paisajes, siempre irrepetibles porque la ría nunca se presenta del mismo modo, y de ahí el éxito de este mirador que se debiera conservar como un auténtico tesoro urbano.