La ciudad de Vigo tiene y tuvo numerosas casas familiares singulares. Algunas han desaparecido como consecuencia del crecimiento urbanístico y otras, en cambio y por suerte, todavía se conservan. En este conjunto destacan por su importancia las edificaciones de estilo colonial que existían en la finca Vista Alegre, perteneciente a la familia García Barbón, una enorme finca que estaba ubicada en la avenida homónima, donde actualmente existen grandes edificios, entre ellos el edificio Mapfre.
Debemos recordar, también, el chalet “La Seara”, que estaba en la zona y el camino al que dio nombre, pero que desapareció hace años. La lista de este tipo de edificaciones unifamiliares resultaría muy larga porque incluiría los numerosos chalets que existían en la zona de la Rúa López Mora y en la Rúa Coruña, sin olvidar las que existían en las zonas de Teis, O Calvario y Cabral, entre otras. Por suerte, todavía se conservan algunas, como es el caso de “El Pilar”, que hasta hace poco estaba dedicada a “Casa de la Juventud” —-cuyo futuro se desconoce—-, y una edificación, también muy singular, que hace esquina entre la Rúa Ourense y la Rúa López Mora.
Formando parte de este tesoro arquitectónico de Vigo que aún está en pie destaca el impresionante chalet de la Praza de España, tal como puede apreciarse en la fotografía y que fue proyectado por Antonio Cominges. Está ubicado en la pequeña manzana delimitada entre las calles Manuel Olivié, Gondomar, Fernando Conde y la misma plaza. Su construcción fue encargada por el industrial Enrique Lorenzo, fundador de astilleros Vulcano, donde vivió con su familia, hasta que años más tarde albergó la sede del Real Club Celta de Vigo. Un símbolo arquitectónico que debería conservarse.