Más allá del bullicio de la actividad comercial y pesquera que define al Puerto de Vigo, una fuerza silenciosa y fundamental trabaja incansablemente para garantizar la seguridad y el buen funcionamiento de sus vastas instalaciones. La Autoridad Portuaria de Vigo (APV) ha querido poner en valor el crucial trabajo de su Policía Portuaria, un cuerpo de 106 efectivos que, apoyados por un «gran hermano» de 230 cámaras de alta resolución, custodian cada rincón de los muelles olívicos las 24 horas del día, los 365 días del año.
Un pilar esencial para un puerto de envergadura
Con una plantilla que representa más del 45% del total de la Autoridad Portuaria, la Policía Portuaria de Vigo es un pilar indispensable para la gestión de un recinto con una superficie terrestre de 275 hectáreas, que abarca cinco municipios. Dada la heterogeneidad y la especialización del Puerto de Vigo, contar con profesionales bien preparados y formados es de vital importancia para garantizar la seguridad operativa de las instalaciones, ofrecer una mejor atención al ciudadano y a la Comunidad Portuaria en su conjunto, y prestar una atención eficiente ante cualquier imprevisto.
Amparada por el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante, la Policía Portuaria desempeña funciones de policía administrativa, asegurando el buen funcionamiento de las operaciones portuarias en la Zona de Servicio del Puerto. Su conocimiento profundo del entorno, las operaciones y las distintas instalaciones es clave para el correcto y casi siempre silencioso desarrollo de la actividad portuaria.
Funciones múltiples y actuaciones cruciales
Las tareas de la Policía Portuaria son diversas y esenciales. Incluyen la vigilancia constante de las operaciones portuarias e instalaciones, la regulación del tráfico terrestre dentro del recinto, la gestión de emergencias y el control de accesos. Además, velan por el estricto cumplimiento de la normativa portuaria en materia de Explotación, Seguridad y Medioambiente, colaborando estrechamente con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FFCCSSE) y otras administraciones competentes cuando es necesario.
Más allá de estas funciones rutinarias, la labor de la Policía Portuaria ha trascendido en los últimos años por actuaciones de gran calado social y humanitario. Han llevado a cabo la búsqueda y rescate de ciudadanos caídos al mar, han abortado varios intentos de suicidio, han localizado niños perdidos y ancianos desorientados, y han detectado intentos de intrusión en distintas zonas del Puerto gracias a sus rigurosos protocolos de actuación, especialmente ante escalas de buques específicas.
El «gran hermano» del Centro de Control
El corazón de la vigilancia portuaria reside en el Centro de Control, ubicado en las oficinas centrales de la institución, en la Plaza de la Estrella. Desde aquí, un imponente videowall compuesto por 12 pantallas de 60 pulgadas permite a la Policía Portuaria tener acceso en tiempo real a las 230 cámaras de alta resolución instaladas estratégicamente por todo el recinto portuario. Este sistema abarca desde la Terminal de Contenedores de Guixar hasta la explanada de la Terminal Ro-Ro de Bouzas.
Desde este centro neurálgico, los agentes controlan permanentemente la operativa portuaria y los accesos, tanto de vehículos como de personas, las 24 horas del día. La eficacia de este sistema ha quedado demostrada al ser empleado como soporte crucial por las FFCCSSE en la localización y detención de delincuentes. Un hecho destacable fue la localización de un individuo que se había dado a la fuga en otra ciudad tras asesinar a su cónyuge, lo que subraya la importancia de esta herramienta en la lucha contra la violencia machista y otros delitos graves. También han colaborado con la Policía Local en el esclarecimiento de accidentes de tráfico en zona portuaria.
Nueva uniformidad y formación continua
Con el objetivo de homogeneizar este importante cuerpo con el resto de Puertos de Interés General de España, la Autoridad Portuaria de Vigo ha dotado a la plantilla de una nueva uniformidad, que ha cambiado del tradicional amarillo al color azul, facilitando su identificación. Más allá de la estética, esta medida busca mejorar la equipación de los agentes desde el punto de vista de la seguridad y profesionalización.
La formación continua es otra de las prioridades. En el último año, los agentes han recibido instrucción en Defensa Personal, Primeros Auxilios (incluyendo el uso de desfibriladores externos semiautomáticos – DESA), Atestados y Seguridad Vial, Planes de Autoprotección (PAU) y Planes Interiores Marítimos (PIM), Lucha contra Incendios, y Redacción de Partes de Incidencias y Procedimientos Sancionadores. Esta capacitación integral asegura que el cuerpo esté preparado para cualquier escenario.
Actualmente, y como muestra del compromiso con el fortalecimiento de la plantilla, está en marcha un concurso-oposición para la cobertura de 10 plazas de Oferta de Empleo Público en la Policía Portuaria. Desde la Presidencia del Puerto, Carlos Botana ha querido agradecer públicamente la importante labor que realiza todo el colectivo de policías portuarios, reafirmando su compromiso de trabajar de la mano para una mayor profesionalización del servicio. La Policía Portuaria de Vigo es, sin duda, un baluarte indispensable para la seguridad y el desarrollo de uno de los puertos más importantes de Europa.