El alcalde Abel Caballero ha vuelto a mover ficha con respecto a la situación de los colegios de la ciudad de Vigo. Tras anunciar este martes que actuaría por la vía de emergencia en la cubierta del CEP Celso Emilio Ferreiro, este miércoles da un paso más repitiendo el anuncio pero, en esta ocasión, con el CEIP Chans Bembrive.
Precisamente este miércoles, el Anpa O Lecer del colegio de Bembrive se manifestaba manteniendo sus peticiones para que la Xunta de Galicia asumiera las mejoras a acometer en la cubierta del centro educativo.
Sin embargo, el regidor vigués se ha adelantado y, en un audio remitido a los medios de comunicación, avanzó que el Concello asumiría la actuación de forma «similar» a lo que se hará con el Celso Emilio Ferreiro.
«Tiene serias deficiencias en la cubierta, llueve y tiene amianto», señaló, considerando que la comunidad educativa «tiene que soportar el riesgo de salud del amianto y de la lluvia que, pasando por el amianto, entra en el colegio», detalló.
Es por ello por lo que ante el «absoluto derroche de inacción e incompetencia imposible de describir» de la Xunta de Galicia que, como apuntó, «se niega a actuar», será desde el Ayuntamiento de Vigo donde «vamos a actuar», anunció.
«Hay un riesgo serio y gravísimo», explicó para cargar nuevamente ante la Administración autonómica: «Lo asumiremos desde el Ayuntamiento porque no voy a tolerar que la inacción y dejación de la Xunta dañe a la gente de Vigo», concluyó.
Manifestación a las puertas del colegio
El anuncio de Caballero llegó horas después de que la comunidad educativa del Chans Bembrive se concentrara esta mañana, a las 9:00 horas, a las puertas del recinto para «protestar» por la situación que están viviendo con las cubiertas del pabellón, aulas anexas y patios «muy deterioradas», con amianto.
Familias, profesorado y alumnado acudieron a la llamada y bajo cánticos de «Salva a nosa escola, amianto fóra», además de ir vestidos de luto y con máscaras, volvieron a denunciar el «peligro real» que, según manifestaron, constituye la situación que viven «para la salud e integridad» de los niños y niñas.
«Las familias estamos muy preocupadas. Sabemos de los peligros para la salud que puede provocar el amianto», aseguran, al mismo tiempo que ponen el foco en las «continuas filtraciones de los techos» que, como explican, «mojan el suelo y las instalaciones eléctricas de los lugares donde, precisamente, meten a los niños cuando llueve. Tememos que pueda haber un accidente», lamentaron, antes de conocer la decisión del alcalde de Vigo.
Con todo, señalaban a la Xunta de Galicia para que les garantizase la renovación de las cubiertas porque, como adelantaron, desde la jefatura territorial de la Consellería de Educación en la provincia les aseguraron «hace unos días» que «cambiarían los techos durante este verano». Pero los padres y madres no se fían, por lo que «exigen» un compromiso público o por escrito de que esta medida se va a llevar a cabo porque, como aseguran, «el curso pasado también se comprometieron al cambio de cubiertas y nunca ejecutaron la obra».
Esta situación les ha llevado, al igual que otros centros educativos de la ciudad, a ponerse creativos e iniciar originales campañas de protesta para llamar la atención de las administraciones.
De este modo, desde el Anpa O Lecer hace semanas que han puesto en marcha la miniserie «Amianto en tiempos revueltos» donde, simulando la serie histórica de TVE «Amar en tiempos revueltos», varios alumnos y alumnas protagonizan los capítulos en los que siempre acaban tosiendo debido a que «conviven» con un tejado de amianto.
La Xunta «celebra» que el Concello actúe en el Celso Emilio Ferreiro
Mientras, Xunta de Galicia y Concello de Vigo protagonizaban estos días un nuevo enfrentamiento a cuenta de la situación que vive la comunidad educativa del CEP Celso Emilio Ferreiro, en Coia, tras la caída de cascotes que sufrieron hace unos meses en el recinto escolar y que llevó incluso a los Bomberos a precintar parte de los accesos al colegio.
Tras esto, el regidor vigués anunció este martes que, finalmente, la solución llegaría desde el Ayuntamiento olívico asumiendo por la vía de la emergencia la renovación de la cubierta del centro por el «serio riesgo» que presenta. «La Xunta no quiere hacer la obra y es su obligación y competencia», reiteró este miércoles en un audio remitido a los medios para anunciar la actuación en el CEIP Chans Bembrive.
Sin embargo, el Gobierno gallego no ha hecho más que celebrar la decisión tomada desde Praza do Rei con respecto al centro educativo de Coia.
En un comunicado, la Consellería de Educación se congratula de que «por fin asuma el mantenimiento de las instalaciones del colegio CEP Celso Emilio Ferreiro después de mucho tiempo evadiendo su responsabilidad al respecto», señalan ya que, como matizan, dichas labores de los centros de primaria «son de competencia municipal».
«El Ayuntamiento vigués está asumiendo ahora una tarea que le corresponde desde siempre, pero no puede pretender esconder su grave dejación de funciones atacando a la Xunta, máxime cuando los institutos y centros de FP, que son competencia exclusiva de la Xunta, están en mejor estado de conservación», apuntan.
En este sentido, detallan que el Gobierno gallego está invirtiendo «más de 30 millones de euros» en obras de mejora de las infraestructuras de los centros educativos públicos de la ciudad.
«Hay que recordar que hace años que el Concello de Vigo no cumple con su responsabilidad de acometer los trabajos de mantenimiento ni de este centro ni de otros muchos de la ciudad», señalan, por lo que insisten en que «se haga cargo de sus responsabilidades en todos los colegios ya que el deficiente mantenimiento afecta a más colegios».
Así, en el caso concreto del Celso Emilio Ferreiro, detallan que un informe de la Unidad Técnica de la Consellería y de una empresa contratada por el propio Ayuntamiento «dejó claro hace tiempo que el motivo del deterioro de la cubierta es la falta de mantenimiento, y así se le trasladó al Ayuntamiento», dicen.
Y siguen: «Las tareas básicas de mantenimiento de las cubiertas, que debe realizar el Ayuntamiento, incluyen la limpieza anual de vegetación y materiales acumulados. No hacerlo provoca que las raíces crezcan y las tejas se despeguen, acelerando el deterioro prematuro», concluyen.