Este sábado, 24 de mayo, el RC Celta se jugará sus aspiraciones europeas en un duelo frente al Getafe CF en el Coliseum Alfonso Pérez. La afición celeste ha respondido con una movilización sin precedentes, agotando las entradas disponibles para el encuentro en el estadio madrileño. Sin embargo, miles de seguidores que no podrán viajar a la capital se han organizado para vivir el partido en comunidad, transformando los alrededores del estadio de Balaídos en una fiesta celeste. Pese a la negativa de LaLiga a instalar una pantalla gigante esgrimiendo restricciones de derechos audiovisuales, la afición celesta ha convocado un encuentro en los bares próximos al estadio, engalanados con camisetas y banderas del club.
Una invasión celeste al Coliseum
La fiebre por el Getafe-Celta ha desbordado todas las expectativas. Según fuentes cercanas al club y publicaciones en redes sociales, más de 3.000 aficionados celestes estarán presentes en el Coliseum, que ha colgado el cartel de “no hay billetes” por primera vez esta temporada.
La movilización no ha estado exenta de polémicas. La venta de entradas colapsó en cuestión de horas debido a errores técnicos y la alta demanda, lo que llevó a algunos aficionados a alquilar carnets de socios del Getafe para asegurar su presencia. Esta “invasión celeste” refleja la ilusión de una temporada en la que el Celta, bajo la batuta de Claudio Giráldez, ha mejorado notablemente su rendimiento. La victoria es crucial para sellar la décima clasificación europea del club, un hito que no logra desde 2017.
El sueño europeo en juego
El enfrentamiento ante el Getafe llega en un momento decisivo. Tras la derrota en casa frente al Rayo Vallecano en la última jornada, el Celta desaprovechó su primera oportunidad de asegurar un puesto en Europa. Ahora, en la última jornada de LaLiga EA Sports, los celestes dependen de sí mismos para lograrlo. “Va a ser un partido muy bonito de jugar, iremos a Getafe a por la matrícula de honor”, declaró Javi Rodríguez, defensa canterano, tras el encuentro ante el Rayo.
El Getafe, dirigido por José Bordalás, no se juega nada tras asegurarse la permanencia, lo que podría relajar su intensidad. Sin embargo, el Coliseum, con sus 16.500 localidades, es un estadio históricamente complicado para el Celta, que no ha ganado allí desde 2019. La clave estará en la solidez defensiva y la capacidad ofensiva de jugadores como Iago Aspas, cuyo liderazgo será fundamental para contrarrestar el estilo físico de los azulones.
Sin pantalla en Vigo
Para los aficionados que no podrán viajar a Madrid, la ilusión de vivir el partido en comunidad se topó con un obstáculo: LaLiga, presidida por Javier Tebas, que ha vetado la instalación de una pantalla gigante en Vigo, alegando restricciones derivadas de los derechos audiovisuales. Esta decisión, que ya impidió iniciativas similares en otras ciudades en temporadas anteriores, ha generado frustración entre la masa social celeste.
La negativa de LaLiga responde a su política de proteger los ingresos por retransmisiones, gestionados por plataformas como DAZN y Movistar Plus+, que emitirán el partido en directo. Sin embargo, esta restricción no ha mermado el ánimo de la afición, que ha encontrado en las redes sociales una herramienta para organizarse y mantener viva la pasión celeste.
La convocatoria en los bares
Lejos de rendirse, la afición del Celta ha convocado un encuentro masivo en los alrededores del estadio de Balaídos para seguir el partido desde los bares y locales que rodean el recinto. A través de plataformas como X, peñas y aficionados han llamado a engalanar las calles con banderas, bufandas y camisetas celestes, recreando el ambiente de un día de partido en Avenida de Balaídos.
La movilización del celtismo no es un fenómeno aislado. Durante toda la temporada, la afición ha demostrado su compromiso, llenando Balaídos hasta los topes y acompañando al equipo en desplazamientos masivos, como los 2.000 aficionados que arroparon al Celta en Vallecas. La previa del partido contra el Rayo, con cientos de seguidores recibiendo al equipo en su hotel de concentración.
Esta pasión se remonta a los años dorados del “EuroCelta” (1998-2003), un sueño que terminó en Old Trafford y que ahora vuelve a ilusionar a la afición. Hoy, con una plantilla joven y un proyecto sólido liderado por Giráldez, la afición ve en Europa una oportunidad para recuperar aquel esplendor.
Desde las gradas del Coliseum hasta las calles de Vigo, el celtismo empujará al equipo hacia Europa, soñando con un triunfo que no solo asegure una plaza continental, sino que refuerce el orgullo de una ciudad que vive el fútbol como pocos. Como dijo Marcos Alonso “esta afición merece todo”.