El hospital Álvaro Cunqueiro acaba de renovar su certificación energética al cumplirse la década de la finalización de su construcción, logrando así un certificado energético de Clase A: la máxima cualificación en eficiencia energética que se puede otorgar a una instalación.
De este modo, y según informa el Sergas, el hospital vigués mejoró el certificado B que adquirió en el año 2015, presentando un consumo actual de 115 KWh/m2/año y una producción de 22 kg CO2/m3/año de emisiones.
Este reconocimiento destaca el «compromiso» del centro con la sostenibilidad y la innovación, posicionándolo como un «modelo a seguir» en el sector sanitario ya que «solo un uno por ciento de los hospitales españoles cuenta con certificados energéticos de clase A o B», apuntan desde Sanidade.
Y es que la clasificación tipo A en un edificio con 280.000 m2 construidos y más de 1.000 camas «es una excepción en edificios de estas características, lo que adquiere un mayor valor», subrayan.
Estrategia de modernización
La obtención de la certificación clase A es el resultado de una «ambiciosa estrategia» de modernización energética que incluye la reciente instalación de 5.422 paneles solares fotovoltaicos -la mayor de un hospital en España- con una potencia nominal de 3,1 megavatios.
Esta infraestructura permite que, en momentos óptimos, el hospital cubra hasta el 100% de su consumo eléctrico con energía renovable, según los últimos datos.
Además, el centro cuenta con dos calderas de biomasa que producen la mitad de la energía térmica necesaria, reforzando su autonomía energética.
Asimismo, otras de las actuaciones que contribuyeron a esta mejora en la cualificación fueron el programa de renovación del 100% de la iluminación a tipo LED, la reducción masiva de plástico y papel en los servicios de restauración, lavandería y aparcamiento y las reposiciones de materiales y equipamiento por elementos más eficientes de manera continua.