Ni una actualización del catastro, ni el rodaje de una nueva película, ni una medida para afrontar un nuevo apagón ni tampoco la alta tensión a Balaídos, aunque esta última ha sido la hipótesis que más se ha acercado a la realidad. Según ha confirmado este martes Naturgy , el helicóptero que el pasado fin de semana sobrevoló a baja altura la ciudad de Vigo está haciendo trabajos de inspección de las redes eléctricas de UFD, la distribuidora de electricidad de Naturgy
Es la empresa Atlas la encargada de llevar a cabo esta revisión tras ser contratada por Naturgy y su labor seguirá siendo visible «en los próximos días» dado que el mapeo continuará por el resto del área de Vigo y otras localidades de la provincia, si bien fuentes de la compañía eléctrica no han podido asegurar si el plan de vuelo incluirá de nuevo pasadas rasantes sobre la ciudad como las que despertaron la curiosidad de cientos de vigueses que llenaron de comentarios las redes sociales.
Y es que el helicóptero, de color rojo y cola amarilla, que muchas personas pudieron apreciar de cerca, no incluía ninguna serigrafía que revelase cuál es la empresa responsable de su manejo, si bien la mejor pista fue la cámara blanca adosada en la parte delantera.
Es uno de los sensores que emplean empresas como Atlas para realizar verificaciones periódicas reglamentarias de líneas eléctricas de alta y media tensión a través de sensores de alta precisión instalados en helicópteros o drones.
Así, el escáner láser (LiDAR) se emplea para la medición masiva de distancias con precisión de escasos centímetros. Otros dispositivos que se utilizan en este tipo de inspecciones son cámaras RGB de alta resolución para inspección visual y generación de ortofotografías y una cámara termográfica para la detección de puntos calientes en las instalaciones.
Las cámaras de alta resolución captan imágenes durante todo el recorrido y los sensores detectan puntos calientes para identificar conexiones defectuosas antes de que se conviertan en averías.
Con todos esos datos, Atlas genera un gemelo digital de las instalaciones para disponer del listado completo de posibles riesgos que permitirá a la compañía eléctrica decidir cuáles prioriza para su eliminación o, incluso, asumir un determinado nivel de riesgo con bajas consecuencias y actuar a través de una reparación.
Evolución de las inspecciones de la red eléctrica
Desde Naturgy han recordado que desde la existencia de las redes eléctricas, éstas siempre han requerido de inspecciones para verificar su estado.
Al principio, han recordado, este tipo de trabajos se realizaban a pie. Para ello, una persona recorría las líneas anotando las incidencias en papel, tras comprobar cada torre y cable para detectar fallos o daños. «Era un trabajo tedioso y lento, especialmente en zonas de difícil acceso, como ocurre en Galicia, lo que podía retrasar este trabajo durante semanas o incluso meses», señalan desde la empresa.
En la década de los 90, sin embargo, se produjo el primer avance para reducir el trabajo que suponían estas inspecciones, con el uso de los primeros helicópteros que volaban bajo y a poca velocidad mientras el operario realizaba una inspección visual para localizar posibles problemas, como aisladores rotos o nidos de cigüeñas. Tras la irrupción de los helicópteros, por lo tanto, se podían recorrer grandes distancias en un solo día, algo que sería imposible a pie.
Con la evolución tecnológica, los propios inspectores pasaron a incorporar una cámara con la que captaban imágenes que después se analizaban. Este sistema aportaba mejoras respecto al método manual, pero seguía siendo un proceso exigente en recursos humanos y económicos. Además, indican las mismas fuentes, en estos casos la precisión dependía de las condiciones climáticas y existía un riesgo para el personal.
Más tarde, se instalaron cámaras estabilizadas en el exterior del helicóptero, con mejor resolución y control desde el interior, lo que facilitó el análisis posterior en laboratorio.
Además, desde 2009 este tipo de supervisión se combina con el empleo de drones. UFD comenzó a utilizarlos, pero con muchas limitaciones regulatorias. Solo se podían volar a corta distancia y siempre bajo la línea de vista del piloto.