En estos momentos, todo el mundo, pero sobre todo el mundo occidental, se encuentra a la espera de lo que resulte de un cónclave vaticano que podría llevar un involucionismo en la Iglesia, o que podría constituir una continuidad en las ideas progresistas de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco. Son unos momentos en los que la Iglesia sigue manteniendo su enorme poder, pero nadie puede negar que sigue perdiendo vocaciones, hasta tal punto que las diócesis acusan la falta de sacerdotes. Así las cosas, en muchos templos la asistencia durante la mayoría de los días es llevada a cabo por los diáconos, mientras algunos centros religiosos parecen a punto de cerrar las puertas, y esto es algo que también se observa en la ciudad de Vigo, en parroquias del centro de la ciudad. Sería muy beneficioso para la Iglesia española el nombramiento de un papa español, algo que no es totalmente descartable teniendo en cuenta que todo es posible. Aunque parezca incongruente en una institución de este tipo, las espadas y los cuchillos están en lo alto porque existen muchos intereses encontrados; una cosa son los intereses del alma y otros, muy diferentes, pero absolutamente reales, son los intereses mundanos. Nada es descartable y la fumata puede dar sorpresas.