El punto más sufrido del mundo. Así podría denominarse el empate del Celta en San Mamés. Dada la trayectoria del equipo hay que celebrarlo. Visto el partido, pudo ser mayor el premio si al equipo no le temblasen las piernas y se encerrase media hora sin dar señales de vida en ataque. Lo mejor, sin duda, la actuación de Rafinha, comandando como se espera de él, y también el estreno de Murillo, firme junto a Araújo.
El resto de la jornada fue nefasta para los intereses celestes. Victorias de Eibar, Mallorca y Espanyol. No quedaba más remedio que puntuar y se logró. Un punto que no evita volver a puestos de descenso, pero que sabe a gloria. No fue fácil, todo lo contrario. Hubo de todo. Una fase inicial de desconexión, otra de dominio y ocasiones, y la última de sufrimiento, con el cuchillo en la boca para defender sin cuartel la portería.
Debutó Murillo en La Catedral con actuación notable. Sorprendió además Óscar García con la alineación de Brais Méndez en lugar de Sisto, puesto que el danés atraviesa una buena racha de juego y goles. No estuvo brillante el canterano, pero respondió. No se puede decir lo mismo de Mina y Denís, muy desafortunados.
Los vigueses salieron dormidos ante la presión vasca. El torbellino rojiblanco pasó por encima de los visitantes, totalmente superados en defensa y diluidos en ataque. En diez minutos el partido ya podía estar muerto. Errores atrás y absoluta pasividad dibujaron un arranque deprimente.
Tardó un cuarto de hora en despertar, al menos de cara a la meta contraria, con una buena llegada de Okay que resolvió Herrerín, pero sobre todo mediante el control de balón y el manejo del “tempo” a través de Rafinha. Si el hispano-brasileño encuentra su espacio, toca el esférico y traza líneas, todo es más fácil para sus compañeros y su equipo.
Así llegaron buenas opciones para Brais y Olaza, a los que les faltó una décima de segundo para golpear con más peligro. Mientras, el Athletic se cargó de tarjetas. Su juego duro, violento en la mayoría de las ocasiones, fue castigado por el árbitro, que incluso pudo expulsar a algún jugador bilbaino en la primera parte.
Rubén tuvo dos intervenciones espectaculares a disparo raso de Yuri y a cabezazo a bocajarro de Muniain. Herrerín también se lució ante Rafinha. El choque se rompió por momentos, con ocasiones encadenadas de ambos equipos, unos apelando al juego directo, los otros mediante juego más elaborado.
Mina falló la más clara que ha tenido, al menos, en el Celta. De forma absolutamente incomprensible, el celeste falló a puerta vacía un pase de la muerte fantástico de Iago Aspas.
El inicio de la segunda parte fue un “deja vú”. Otra vez empanada de zamburiñas generalizada, Rubén salvando los muebles y el equipo encerrado en el área sin ser capaz de llevar el esférico a la zona ancha para marcar el ritmo que más le interesaba. Y así, tal como deberían, llegó el gol.
Posesión larga, balón de banda a banda, combinación entre Aspas y Brais para dejarle un balón a Rafinha en la frontal, que golpeó a la perfección lejos de Herrerín. Gol merecido por su buen partido y por la peristencia en ataque.
El choque cambió de forma radical. La razón fue clara. El Celta dio un peligroso paso atrás. Tenía un botín muy valioso como para arriesgarlo, pero perdió el balón, lo que puso en riesgo el resultado. El Athletic se volcó, más por inercia que por buen juego. Insistió hasta que encontró un error de Beltrán, que puso el brazo arriba en un centro al área. Rubén García empató de penalti y a falta de 15 minutos temblaron las piernas.
Óscar optó por cambiar de director de orquesta. Denís Suárez entró por Rafinha, agotado tras el despliegue físico y de juego. Antes ya había saltado al campo Pape por un desafortunado y desaparecido Santi Mina. En la recta final, con un punto en la buchaca, entró Aidoo por Brais.
Los últimos minutos fueron una agonía absoluta por el pánico a perder. El punto, al final, fue una auténtica gloria.
Athletic: Herrerín; Capa, Yeray, Íñigo Martínez, Yuri; Dani García, Unai López; Muniain, Raúl García, Ibai (min. 66,Villalibre); Williams (min. 81, Lekue).
Celta: Rubén; Kevin, Murillo, Araújo, Olaza; Okay, Beltrán, Rafinha (min. 78, Denis Suárez); Brais Méndez (min. 87, Aidoo), Mina (min. 67, Pape), Aspas.
Goles: 0-1, min. 55: Rafinha, de disparo cruzado desde fuera del área; 1-1, min. 76: Rául García, de penalti.
Árbitro: Medié Jiménez (Comité Catalán). Mostró cartulinas amarillas a Capa, Unai López, Araújo, Yuri, Rubén, Íñigo Martínez y Kevin.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 20 de Liga disputado en el estadio de San Mamés.