Ante tal situación, se activaron los protocolos establecidos para este tipo de casos y varias patrullas adscritas a la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (UMIR) se trasladaron al lugar para realizar un rastreo, orientadas por el humo que divisaban.
“Con las temperaturas tan elevadas que se vivían durante esa jornada, la situación demandaba una inmediata respuesta de actuación que impidiese la propagación del fuego y sus consecuencias derivadas”, relata la Policía Local en un comunicado.
No obstante, una de las patrullas encontró el punto desde el que salía el humo en la zona de asadores del monte de Zamáns y comprobó que allí estaban reunidas cinco personas haciendo una barbacoa, por lo que dieron aviso a la Sala de Mando para que no se activase la alerta de fuego en su grado de alta prioridad.
Cuando los agentes se dirigieron a ellas, el único hombre que formaba parte del grupo, un vecino de Vigo de 89 años, reconoció ser el autor de las llamas y explicó que sólo había querido sorprender a sus amigas invitándolas a comer una churrascada en el monte, sin saber que estaba prohibido.
Así, los policías les emplazaron a apagar las llamas y les informaron de que serían denunciados por hacer fuego en una época no autorizada, en virtud de la Ley 43/2007, de 21 de noviembre, de Montes y el artículo 50.2 de la Ley 3/2007, de 9 de abril, de Prevención y Defensa Contra los Incendios Forestales de Galicia.