Entre el viernes 1 de marzo y el lunes día 4 se intensificarán los controles en cualquier tipo de carretera y a cualquier conductor con el objetivo de disuadirlos de conducir cuando hayan consumido alcohol o drogas. El objetivo, tal y como comunica la Benemérita, es “aportar seguridad a los demás usuarios de la vía”.
Los efectivos desplegados comprobarán que los conductores cumplan la normativa en cuanto se refiere al cumplimiento de los límites legales establecidos, creando la concienciación de que no solamente el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino que también las drogas y la conducción son en muchas ocasiones sinónimo de muerte.
La sanción por conducir con drogas o alcohol en el organismo es de 1.000 euros y 6 puntos menos en el carnet y podría llegar a ser delito dependiendo de la sintomatología o si se ve involucrado en un accidente.
“Es importante resaltar la responsabilidad del conductor, al tiempo que debemos aumentar nuestro compromiso con la seguridad de todos, que se manifiesta cuando se pone al volante sin haber ingerido estas sustancias, en el entendimiento de que la prevención de accidentes no está reñida con la diversión de estas fechas”, subraya la Guardia Civil.
Además, el Instituto Armado insiste en la “necesidad solidaria” de comunicar a través de los teléfonos 112 o del 062 “cualquier comportamiento anómalo sobre la seguridad vial, del que tengamos conocimiento, alertando a las patrullas en evitación de que se produzca un desgraciado accidente”.