A su llegada, los efectivos desplazados se entrevistaron con la encargada de la tienda en la que se produjeron los hechos, que les informó de que momentos antes había observado a través de la cámara de vigilancia que tiene en el local cómo un individuo se llevaba unos tenis, por lo que fue en busca del responsable de seguridad de la superficie comercial.
Una vez que lo localizó, y tras comunicarle el incidente sufrido, observó casualmente cómo dicho individuo entraba en otro establecimiento. El vigilante se dirigió al sospechoso para preguntarle sobre lo acontecido y éste reconoció los hechos, por lo que la dependienta solicitó la presencia policial mientras el hombre era reteniendo.
El acusado también admitió a los agentes haber hurtado las zapatillas de deporte porque no había nadie en ese momento en la tienda. Así, quedó encartado en diligencias judiciales.