«Nos llamó la atención la crueldad del acto», afirma Rubén Pérez, coordinador en Galicia de Libera, que señala que el objetivo de esta recompensa es «visibilizar que existen estos casos y lograr que la gente se implique de verdad para evitar que ocurran, que además de la indignación en redes sociales se tome un perfil más activista».
Libera, así como la sociedad protectora de Baiona Bai Senpulgas, a la que pertenecen las personas que encontraron el cadáver, deducen que la mastina fue envenenada y trasladada al lugar donde fue hallada. Habían pasado casi dos semanas desde la última vez que la habían visto y el martes fue encontrada durante un rastreo de la zona por la que solía vagar, a donde los miembros de la protectora acudían periódicamente «para ganarnos su confianza» y «poder sacarla de la calle».
Dados los hechos, desde Libera consideran que es probable que alguien hubiese visto cómo fue trasladada la perra hasta ese lugar, por lo que piden la colaboración ciudadana. Eso sí, son conscientes de que no existe la concienciación necesaria. «Prácticamente el 99% de estos casos no encuentran solución. Es preocupante la relación que tiene la sociedad con los animales», explica Rubén Pérez.
No es la primera vez que Libera y la Fundación Franz Weber ofrecen una recompensa. También lo hicieron para esclarecer el caso de «Olaf», el gato que fue quemado con un soplete en Baiona. En esa ocasión, no se hallaron a los culpables. Y a la larga lista de crímenes impunes se suman el caso de otra perra preñada en Pontevedra que fue arrojada a un río o el de un perro apaleado en la localidad lucense de Cervo.
Como hemos dicho, Libera se marca como objetivo sensibilizar a la sociedad respecto al maltrato animal a la vez que disuadir a los posibles maltratadores. Por último, también abogan por cambios normativos y que, por ejemplo, se cree un registro gallego de maltratadores de animales para que las personas que han sido sancionadas por ello no puedan comprar ni adoptar.