La presidenta del comité de empresa, María Jesús Neira, ha desvelado que la dirección les ha avisado de que no prevé negociar ninguna subida salarial ni una revisión del convenio colectivo al menos hasta 2024, fecha en la que acaba el actual concierto sanitario. Un tiempo que se añadiría a los seis años que ya llevan con las condiciones actuales congeladas. “No estamos de acuerdo. Creemos que ya nos merecemos una subida salarial y un convenio nuevo, más personal y que las personas a las que se les redujo la jornada vuelvan a las 40 horas semanales”, reclamó.
“Ellos buscan mantenerse sin pérdidas ni ganancias hasta 2024, lo que supone que no habrá mejoras”, ha advertido Neira, que también ha denunciado que apenas reciben información sobre el estado de las conversaciones entre Povisa y Sergas. “Desconocemos todos los acuerdos a los que están llegando. Nos enteramos más por la prensa que por otra vía”, aseguró.
En todo caso, el personal alerta a su vez de que se seguirá movilizando si no se atienden sus reivindicaciones, sobre todo teniendo en cuenta que los trabajadores creen que el hospital sí sacará tajada del acuerdo resultante. “Le va a dar beneficios al hospital. No van a negociar sólo para quedar ‘a pre’. Y esos beneficios no van a repercutir en los trabajadores. Eso nos quedó muy claro”, apunta Neira.
Por ello, el comité, que este martes promovió una concentración a las puertas del hospital, no descarta “que se tomen decisiones importantes”, en referencia a una posible huelga si se confirman los peores augurios para los empleados del centro sanitario. “Aceptar que vamos a quedar congelados sería un despropósito”, señaló.
En vías de solución
Neira ha indicado también, a raíz de las informaciones que les traslada la dirección, que Povisa y el Sergas “están en vías de llegar a un acuerdo antes de que acabe el año”, entre otras cosas porque al hospital “no le conviene entrar en concurso”.
Asimismo, confirmó que “en unos días” se abrirá el proceso para que los pacientes puedan cambiar de centro de referencia y pasarse a Povisa o abandonarlo. De hecho, los mostradores de atención al cliente ya están instalados en la planta baja.