También desconocen que un proyecto del arquitecto Antonio Palacios, natural de O Porriño, que la corona está fabricada en porcelana, y que las manos y la cara son obra de Ángel García y están realizadas en mármol blanco. Fue inaugurada en 1930 y constituyó un punto de excursión para muchas familias viguesas de mediados del siglo XX, que viajaban a Baiona en el añorado tranvía que recorría la costa. El conjunto lo complementa un Vía Crucis y en el entorno del monumento se celebra cada año una concurrida romería. La Virgen sostiene un pequeño barco de piedra en su mano derecha, que en realidad es un pequeño mirador al que se accede por unas angostas escaleras interiores en la propia estatua; vale la pena subir. La vista es impresionante, con la población de Baiona y el Parador Conde de Gondomar allá abajo, en la ensenada, y con las Islas Cíes recortándose en la lejanía del mar abierto, el océano Atlántico.