Antonio Mohamed optó por el mismo once que la pasada jornada, pero el dibujo no fue el mismo. En esta ocasión, sí que hubo defensa de cinco, con Júnior Alonso y Hugo Mallo como carrileros. El técnico celeste buscaba rocosidad defensiva ante el Atlético en un partido marcado por el intenso calor y que no resultó nada atractivo en su primera mitad.
Y es que en los 45 primeros minutos no hubo ninguna ocasión reseñable. Comenzó mandando el Celta, que tenía más el balón y que cuando se lo robaba al Atlético, trataba de salir con velocidad a la contra. A los celestes, sin embargo, les faltaba claridad. Pione Sisto y Iago Aspas bajaban a recibir, pero no eran capaces de romper la defensa colchonera. Así, una contra conducida por Pione Sisto y Maxi Gómez, que acabó con un remate de Aspas que se marchó fuera por mucho. El moañés lo volvió a intentar poco después tras una internada por banda izquierda.
El encuentro se estaba convirtiendo en una disputa constante con dos equipos imprecisos a los que les costaba llegar al área contraria. El Atlético, no obstante, fue tomando el mando del partido y los últimos minutos fueron suyos. Su mejor acercamiento se debió a un pase atrás defectuoso de Lobotka, que le regaló el balón a Diego Costa, que se lo cedió a Griezmann. El francés disparó a puerta pero este se marchó fuera. Con el Atlético atacando pero sin inquietar la portería celeste, se llegó al descanso.
Y tras el paso por vestuarios, todo cambió. En el primer minuto de la segunda parte llegó el primer gol. Un resbalón de Godín le permitió a su compatriota Maxi Gómez robar el balón en el área atlética. El uruguayo se marchó decidido hacia la portería y no le tembló el pulso ante Oblak.
Lo más difícil estaba hecho y en los siguientes minutos todo rodó a favor del Celta. La previsible reacción atlética tras recibir el 1-0 se evaporó en el minuto 51 cuando Aspas aumentó la ventaja céltica en el marcador. El moañés aprovechó un buen centro de Maxi Gómez para batir a Oblak con un certero cabezazo.
El Celta estaba demostrando una soberbia pegada y una solvencia admirable ante un rival que, precisamente, suele hacer gala de esas virtudes. Mohamed le estaba ganando la partida a su gran amigo Simeone.
El Atlético trató de reaccionar, pero la solidez defensiva del Celta se lo impidió. Ni siquiera los cambios ofensivos realizados por Simeone surtieron efecto. Mohamed, por su parte, dio entrada a Okay en lugar de Pione Sisto para dar robustez al centro del campo. El partido se decantó definitivamente del lado celeste cuando Mateu Lahoz le mostró la segunda amarilla a Savic. Quedaban veinte minutos en los que aguantar dos goles con un jugador más. La tarea parecía sencilla.
Balaídos cantó un tercer gol, pero la alegría por este tanto duró poco. Cabral se aprovechó de una jugada a balón parado para cabecear el cuero a la red. Sin embargo, tras la consulta al VAR, se comprobó que el argentino se encontraba en fuera de juego por centímetros. A pesar de esta pequeña desilusión, el Celta siguió mandando y a falta de diez minutos para el final, Hugo Mallo pudo hacer el tercero, pero se encontró con Oblak.
Los de Mohamed no sufrieron excesivos apuros en los últimos minutos y lograron sumar una importante victoria que les permite continuar invictos y situarse, de forma provisional, en lo más alto de la tabla.
Celta: Sergio; Hugo Mallo, Roncaglia, Cabral, Néstor Arujo, Júnior Alonso; Fran Beltrán, Lobotka (Brais Méndez, min. 80); Iago Aspas (Boufal, min. 87), Maxi Gómez y Pione Sisto (Okay Yokuslu, min. 68).
Atlético de Madrid: Oblak; Savic, Giménez (Arias, min. 67), Godín, Filipe Luis; Saúl, Thomas (Lemar, min. 55), Koke; Correa (Kalinic, min. 55), Griezmann y Diego Costa.
Goles: 1-0, min. 46: Maxi Gómez; 2-0, min. 51: Iago Aspas.
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano). Mostró tarjetas amarillas a los locales Lobotka , Okay, Hugo Mallo y Júnior Alonso; y a los visitantes Saúl, Diego Costa y Thomas. Expulsó a Savic en el minuto 69 por doble tarjeta amarilla.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 3ª jornada de Primera División disputado en el estadio de Balaídos ante 19.261 espectadores.