López-Chaves está omitiendo que el gobierno local, en manos del PSOE desde hace años, y con el alcalde Abel Caballero al frente, ha conseguido sanear totalmente la economía de la ciudad y que está invirtiendo continuamente en mejoras de todo tipo, algo fácilmente constatable y que es reconocido por la inmensa mayoría de la ciudadanía viguesa, que lo refleja en las urnas desde hace varias legislaturas. La situación positiva de la economía viguesa constituye un ejemplo inmejorable para el resto de las ciudades españolas, muchas de ellas en manos del Partido Popular.
La ciudad de Vigo estuvo seriamente endeudada durante los años que el Partido Popular estuvo al frente del Concello y, por tal motivo, en aquella época, estaban muy limitadas las actuaciones de todo tipo. Incluso se llegaban a poner las primeras piedras de ciertas obras que luego, por falta de presupuesto, nunca se llevaban al cabo, como es el caso de unas escaleras que pretendían comunicar la calle Méndez Pelayo con la avenida de Camelias. Aquella primera piedra, totalmente real, se colocó con todos los honores y al ritmo de gaitas y tambores, frente a las cámaras, y así consta en las hemerotecas de los medios de comunicación local. Es preciso añadir, además, que en aquel momento era el Partido Popular, precisamente, el que también asumía el gobierno de la Xunta de Galicia; es obvio que no existían disculpas por falta de apoyos institucionales, y que la Xunta de Galicia, en aquel momento de necesidad, tampoco ayudaba a la ciudad de Vigo. Por contra, la ciudad de Vigo tuvo que esperar a que el Partido Socialista asumiera el gobierno de la ciudad, con Abel Caballero al frente, para obtener una solución real a esas inconcluidas —e imaginarias— escaleras: un ascensor absolutamente real que facilita el desplazamiento y la comunicación del vecindario. Eso sí es una inversión y una realidad.
Asimismo, se podrían mencionar numerosas inversiones y actuaciones por parte del Concello de la ciudad: humanización de calles, tanto céntricas como en la periferia; zonas ajardinadas; embellecimiento de medianeras; escaleras mecánicas… Sin contar con importantes proyectos —el túnel de A Porta do Sol y las rampas mecánicas en A Gran Vía— que están paralizados por la obstrucción de la Xunta de Galicia, ya sea abiertamente o de modo solapado.
Es evidente que el gobierno local, en manos del Partido Socialista, con Abel Caballero al frente, está cumpliendo con su compromiso de trabajar y defender los intereses de la ciudad de Vigo, y que la Xunta de Galicia, en manos del Partido Popular, sólo se limita a poner su bota sobre los intereses de la ciudad más grande e industrial de Galicia. Debería darles vergüenza y López-Chaves quedaría mejor estando callado.