Los agentes se trasladaron a un establecimiento de alimentación ubicado en la calle Sanjurjo Badía, donde una mujer estaba siendo amenazada verbalmente por su pareja. La alerta y solicitud del servicio había partido de la amenazada.
Localizado el establecimiento, una de las empleadas les indicó que la mujer requirente del servicio se encontraba en el interior. Una vez que los agentes se entrevistaron con esta mujer y la tranquilizaron, relató como momentos antes su pareja le había llamado para contarle que le habían retirado el vehículo por haber dado positivo en un test de drogas. Además de comentarle lo anterior, comenzó a insultarla y la amenazó de muerte. Continuó relatando que cuando recibió esta llamada, se encontraba en las cercanías de Porta del Sol y que continuó hacia la calle Sanjurjo Badía, camino del lugar donde reside.
Cuando se encontraba en esta calle, apareció de repente su pareja. La joven entró en el establecimiento de alimentación, se refugió en el baño y llamó a la Policía Local. Indicó, asimismo, que en un determinado momento salió a la calle para ver el número donde se ubicaba el establecimiento en el que se había refugiado, siendo en ese instante abordada por su pareja, quien le quitó el teléfono móvil y se lo tiró al suelo, a la vez que volvía a amenazarla de muerte.
La mujer volvió a entrar en el establecimiento, donde esperó a los agentes. Tras facilitar las características de su pareja, este fue localizado en las inmediaciones pocos minutos después.
En presencia de los policías, volvió a proferir amenazas tanto hacia la mujer como hacia los propios agentes. Los hechos determinaron su detención.