«Solo hace falta ser humilde. Guía con 22 sugerencias para el mundo del trabajo y para la convivencia social’ es un manual que contiene una serie de reflexiones útiles para afrontar el día a día en cualquier organización con responsabilidades como ejecutivo o directivo cristiano, con el fin de no tener que llevar al ámbito de lo privado lo que es necesariamente público. La obra propone ideas acerca de qué hacer en situaciones de injusticia, frente a la desmotivación de las personas, la dirección de equipos, la mundialización de los mercados o el respeto a la propia familia. Todo ello bajo la premisa de que la honradez en el trabajo requiere cinco cosas: alegría, convicción, responsabilidad, compromiso y ejemplo.
Sobre Jaime Noguera TejedorJaime Noguera Tejedor es consultor y formador con más de veinte años de experiencia en el asesoramiento en proyectos de organización y productividad (rendimiento humano y eficiencia comercial). Es experto en arquitectura organizacional (organización, estructura y gestión del cambio), tecnología del rendimiento y en recursos humanos; y entre sus áreas de especialización están la productividad de las empresas y la eficiencia (y felicidad) de las personas. Es diácono permanente en la archidiócesis de Madrid.
Algunas empresas con las que ha trabajado son Deloitte, Citibank, Barclays, La Caixa, Banco Herrero, Caja Madrid, Bankinter, Cepsa, Canon, Agfa, Toshiba MS, Coca-Cola Cepsa, Hewlett Packard, Grupo Planeta o Banco Santander, entre otros. En Galicia ha realizado proyectos significativos con Banco de Galicia, así como en los sectores naval y de termoplásticos.
Sobre ASE – Accion Social Empresarial
ASE – Accion Social Empresarial es una asociación privada de empresarios, directivos y profesionales de la empresa, constituida de acuerdo con las normas del vigente Código de Derecho Canónico y erigida por la Conferencia Episcopal Española como persona jurídica. Carece de fin de lucro y estará inscrita en el Registro de Entidades Religiosas.
Los objetivos que persigue la Asociación son configurar, desde una perspectiva cristiana, la actividad del empresario y directivo de empresa y las estructuras empresariales más adecuadas a un orden social más justo y humano; y promover un orden social más justo y humano dentro del entorno propio.