La solicitud había partido de una mujer y se relacionaba con una orden de alejamiento hacia un varón acusado de violencia de género. Al llegar a lugar los agentes desplazados se encontraron con la víctima, que se hallaba nerviosa y asustada y pudieron comprobar que se había forzado la entrada al domicilio, ya que el picaporte interior de la puerta de acceso estaba arrancado y tirado junto con sus tornillos por el suelo. También en el suelo de la cocina y esparcidos, había restos de un plato roto y de comida.
La mujer contó a los agentes que se había visto sorprendida por su expareja en el interior de la vivienda, ya que desconocía que él pudiese tener llaves. Además, relató que, al entrar, él la había agarrado y zarandeado fuertemente mientras amenazaba con matarla. Después de ello, el hombre abandonó el domicilio.
La víctima no quiso ser asistida en un centro médico y los policías recorrieron el edificio y zonas circundantes por si el varón pudiera encontrarse en las inmediaciones. Asimismo, quedaron alertados por si hubiese que intervenir nuevamente.
Posteriormente, a las 02:19 horas, el agente responsable de la orden de protección de la mujer alertó nuevamente a la patrulla porque al parecer el varón había vuelto a acceder al domicilio. Al igual que la primera vez, de forma inmediata se personaron en la vivienda.
Allí la mujer les informó de que tras la primera intervención de la noche había decidido refugiarse en la casa de una vecina pero que poco después volvió a su casa y al entrar se dio cuenta de que el interior estaba más revuelto que cuando salió. Este hecho fue también percibido por los efectivos desplazados, que habían realizado la correspondiente inspección ocular en su primera visita.
Así, realizaron una revisión exhaustiva de toda la vivienda y localizaron dentro del armario del dormitorio principal al sospechoso, que se ocultaba tapándose con una manta. En sus bolsillos encontraron las llaves con las que accedió al domicilio.
Todo parece indicar que el acusado accedió al edificio a través del garaje, donde se localizó su vehículo. Sobre él pesa una prohibición de acercarse a menos de 300 metros de su ex compañera sentimental. Por todo ello, se procedió a su detención.