Semana “low cost” por las Repúblicas Bálticas desde Vigo

Los tres países son miembros de pleno derecho de la Unión Europea desde el 2004, además de formar parte del acuerdo Schengen, por lo que es suficiente con el DNI para transitar por ellos. Otra de las ventajas, que no es poca, es que no es necesario cambiar nuestros euros, pues estos tres países comparten nuestra moneda. El último en adherirse fue Lituania en 2015.

Y, finalmente, no os olvidéis la Tarjeta Sanitaria Europea, a la que también están suscritos estos tres países. La podéis pedir online y tiene validez por dos años. Más vale ser previsores.

Itinerario de vuelos operados con Ryanair:
Vigo-Bérgamo: domingo 11´05-13´35, coste 20 euros.
Bérgamo-Vilnius: lunes 10´25-13´55, coste 31 euros.
Tallin-Bérgamo: sábado 21´35-23´30, coste 32 euros.
Bérgamo-Vigo: domingo 8´00-10´30, coste 20 euros.

Día 1º, domingo: Vigo-Bérgamo
Llegaremos a Bérgamo a la 13´35, por lo que tendremos toda la tarde para recorrer esta preciosa población italiana.

Alojamiento: 30 euros por persona en hotel familiar céntrico, con desayuno incluido.

Día 2º, lunes: Bérgamo- Vilnius
Aterrizaremos en la capital de Lituania a las 13´55, y lo primero que haremos será recoger el coche de alquiler que habremos reservado previamente por internet.

Vilnius o Vilna, para nosotros, es una ciudad donde se funden muchos estilos arquitectónicos, destacando el barroco de su casco histórico, el mayor en este estilo de Europa del Este, reconocido por la Unesco.

Rodeada de colinas, cuenta con gran cantidad de espacios verdes desde donde se obtienen unas vistas espectaculares de la población.

Alquiler de coche: 6 días, 110 euros.

Alojamiento: 25 euros por persona en hotel de 3 estrellas céntrico con desayuno.

Día 3º, martes: Vilnius- Siauliai- Palacio de Rundale-Riga
Temprano nos dirigiremos a Siaulai, la capital de Lituania del norte, a la que llegaremos después de un trayecto de dos horas y veinte minutos. La principal atracción de este desplazamiento es visitar la “Colina de las Cruces” a diez kilómetros de la ciudad, un lugar de peregrinación donde se concentra el mayor número de cruces por metro cuadrado sobre una colina. Aunque uno carezca de fe, el lugar impresiona.

Traspasada la frontera y adentrándonos en Letonia, haremos una larga parada en el impresionante Palacio de Rundale, una obra maestra del barroco. La entrada os costará 6 euros, y es una visita imprescindible.

Conduciremos otra hora para llegar a Riga, la capital letona, donde nos espera nuestro alojamiento.

Alojamiento: 25 euros por persona en apartamento bien situado.

Día 4º, miércoles: Riga
Dedicaremos todo el día a conocer esta hermosa ciudad conocida como “la perla del Báltico”, donde abundan los edificios “Art Noveau”.

El centro histórico es Patrimonio de la Unesco, y además de contar con tres catedrales, la ciudad conserva su antiguo trazado medieval.

Lo mejor es acercarnos a la oficina de turismo para que nos faciliten un plano de la ciudad y nos asesoren sobre su visita. Está en la calle Brivibas iela, 55.

Alojamiento: 25 euros por persona en apartamento bien situado.

Día 5º, jueves: Riga- Castillo de Turaida-Tallin
Hoy conduciremos hasta el Castillo de Turaida, una edificación medieval recientemente reconstruida. El castillo se encuentra en el parque natural de Gauja, a unos 50 kilómetros de Riga, y se le conoce como “la Suiza letona”, por sus verdes y frondosos bosques.

El castillo medieval de ladrillo rojo se alza sobre una loma, en un lugar privilegiado que goza de unas vistas espectaculares.

Lo mejor es pedir información sobre el parque natural de Gauja antes de salir de Riga, y valorar cuanto tiempo le quiere dedicar cada uno a visitarlo.

Conduciremos 3 horas hasta Tallin, la capital de Estonia, donde pernoctaremos esta noche.

Alojamiento: 25 euros por persona en apartamento en el centro histórico.

Día 6º, viernes: Tallin
El principal encanto de Tallin se encuentra entre su murallas, donde un casco histórico encantador, reconocido Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, nos invita a callejear sin descanso.

El castillo, sus dos catedrales y sus dos kilómetros de muralla con torreones evocan un cuento de hadas de la Edad Media.

La plaza del Ayuntamiento, llena de terrazas y restaurantes, es un buen lugar para tomar un refrigerio después de pasear por sus callejuelas aledañas pintorescas.

Por la noche, podéis tomar una copa o unas cervezas en los pubs del centro de la ciudad, o apuntaros a un “Pub Crawl”, una actividad que se está extendiendo por muchas ciudades de Europa, y que consiste en un tour donde te llevan con más gente a una serie de pubs con las bebidas incluidas y el precio cerrado. Vivirlo una vez no está mal, como experiencia.

Alojamiento: 25 euros por persona en apartamento en el centro histórico.

Día 7º, sábado: Tallin-Bérgamo
Hoy podemos seguir disfrutando de Tallin y sus alrededores hasta la hora de nuestro vuelo a Bérgamo, a las 21’35.