Caminando entre la gente entraban en las tiendas y cogían varías prendas que ocultaban disimuladamente en bolsas o entre sus ropas, marchándose a los pocos minutos sin haber pasado por caja.
Un vehículo era utilizado como almacén
Un vigilante de seguridad dio la voz de alarma cuando llamó a la Sala Operativa del 091 para avisar que había visto a dos mujeres que entraban y subían y bajaban constantemente las escaleras que conducían al parking de un centro comercial de la Gran Vía de Vigo.
Una dotación que formaba parte del operativo especial Black Friday se entrevistó con los vigilantes de seguridad, e hicieron un seguimiento discreto de estas dos jóvenes, descubriendo que en el sótano tenían un vehículo todo terreno de alta gama en el cual depositaban las prendas que llevaban escondidas.
Inmediatamente subieron a la zona de tiendas y accedieron al interior de un local, donde cogieron varias prendas que ocultaron casi de inmediato. Uno de los agentes que esperaba en la zona de salida, las interceptó y les intervino las prendas que no habían abonado.
Al preguntarles por la procedencia de la ropa ambas mujeres negaron haberlas hurtado, manifestando que habían llegado al centro comercial caminando hacía pocos minutos.
En ese instante los agentes, en compañía de los vigilantes de seguridad, proceden a trasladar a las jóvenes al vehículo que tenían estacionado en el parking, ordenándole a la propietaria que lo abriera.
Sorpresa por el hallazgo
Al verse descubiertas ambas mostraron sorpresa y estupor, diciendo que no sabían cómo podía haber llegado toda aquella ropa allí, procediendo los agentes a su detención.
Al mismo tiempo se contactó con varios responsables de tiendas de ropa que la reconocieron como propia, por lo que tras la correspondiente valoración se les hizo entrega de ella a sus legítimos propietarios.
El operativo fue llevado a cabo por la Brigada de Seguridad Ciudadana, pasando las detenidas como todo lo actuado a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de los de Vigo en funciones de guardia.