Un año más, cientos de espectadores se dieron cita en el entorno del puente de A Ramallosa para presenciar la «regata» que partió de una de las rampas de acceso a las siete ce la tarde y que tuvo una duración de cerca de hora y media. En esta edición, el premio para el artefacto más «currado» fue para «Agua Fiestas», la tripulación más simpática fue la de «Villa Chochete» (la vela estaba hecha a base de tangas), el premio a la familia más intrépida y participativa fue para «Viveiro», «Flotaolímpicos» fue el artefacto más cutre (hecho a base de flotadores) y «Piratas del Casino» se llevó el premio Titanic tras hundirse en plena competición.
El participante de más edad fue Bonifasto, nacido en 1956, del artefacto «Vivero» y el de menos edad, Leo, uno de los integrantes de «Os Granxeiros», nacido en 2012. Por último, «Casamos» fue el primero en contemplar el recorrido circular por la marisma.
Un año más, un público familiar de todas las edades participó en este evento en el que reina la imaginación. Entre las embarcaciones y tripulantes hubo de todo: gondoleros, náufragos en una isla, astronautas a bordo de un cohete, famila en un chiringo de playa…