Tras ser silbado en Balaídos, la pasada temporada pasó a convertirse en uno de los jugadores más queridos por la afición. Fue un cariño que se ganó a pulso. A base de esfuerzo y trabajo, el celtismo comenzó a apreciar su labor, en algunas ocasiones un tanto oscura, pero que resultó fundamental para que el Celta fuese un equipo perfectamente equilibrado el pasado curso.
Pues bien, este miércoles se reincorpora al trabajo en A Madroa. Lo hace junto a su compañero Fabián Orellana y tras un feliz comienzo de verano, ya que ambos se proclamaron campeones de América con Chile, junto al también céltico Marcelo Díaz.
El propio jugador anunció este lunes su llegada a Vigo a través de su recientemente creada cuenta de Twitter. Los doctores celestes tendrán que evaluar su estado físico, ya que durante la Copa América sufrió un esguince de rodilla que le impidió disputar la final del torneo. Si se han cumplido los plazos, tiene que estar ya prácticamente recuperado.
En los últimos meses se especuló con la posible salida de Hernández del Celta en este verano, pero todo hace indicar que finalmente cumplirá su contrato y que incluso es probable que pronto comiencen las negociaciones para su renovación. De él se espera que sea un futbolista importante en este regreso del Celta a competiciones europeas diez años después. Tras dos temporadas en Vigo, ya está perfectamente adaptado al ritmo del fútbol europeo y Eduardo Berizzo seguro que seguirá confiando en él, como hizo prácticamente desde el primer día.