Aquel no era, evidentemente, el Oviedo de ahora. Era un club de Primera División, con mucha historia en la máxima categoría, con jugadores ya míticos en sus filas como Cristóbal, Carlos, Jokanovic, Lluís Carreras o Janko Jankovic y con un entrenador de moda en el banquillo: el serbio Radomir Antic, de infausto recuerdo para el celtismo.
Con todo, aquel equipo se llevó una ‘manita’ de Balaídos, una ‘manita’ que recuerda muy bien una figura del celtismo como Patxi Salinas, que junto a Cañizares, Otero, Alejo, Agirretxu, Engonga, Gil, Ratkovic, Salva, Salillas, Gudelj y muchos otros hicieron de Balaídos un fortín en aquella edición copera. De hecho, no encajaron ni un solo gol como local en toda la competición. Aquel choque contra los carbayones fue un encuentro “muy bronco”, en el que se adelantaron enseguida. El primer tanto, obra de Salillas, llegó nada más empezar el partido y el segundo lo firmó Salva justo a la vuelta del descanso. Eso descolocó al Oviedo, que con el 2-0 estaba eliminado.
Marcar pronto y, sobre todo, no recibir ningún gol será primordial este jueves para el equipo del Toto. Un tanto en contra les dejaría sin opciones. Para Patxi, las claves son evidentes: “Por supuesto, no te puedes permitir encajar y tienes que ir 2-0 antes del minuto 60. En esa última media hora puedes meter un gol y con un 3-0 en los últimos cinco minutos más el descuento vas a gozar de tres ocasiones con total seguridad. Dos ocasiones directas y una segunda jugada como mínimo. Ahí ya puede pasar de todo”, apunta.
Para llegar a ese punto el Celta tendrá que “salir a por todas desde el principio”, tal y como sostiene Jorge Otero, otro de los héroes del 94 presente en aquel 5-0 al Oviedo. “Necesitas marcar pronto para coger confianza en la remontada. No hay margen de error porque un gol en contra te deja fuera pero hay que jugar con ese riesgo”, sostiene.
Otero es menos de hacer cuentas que Salinas. Es consciente de que hay que cumplir fases pero, como se suele decir, no se puede marcar el segundo tanto antes que el primero: “No hay que pensar que hay que marcar cuatro goles. Hay que meter uno y luego dos… El partido te va a ir dando la fuerza necesaria para seguir”. Además, añade, en un partido de fútbol “no puedes programar esas cosas. Se pueden dar situaciones inesperadas o errores. Fíjate en el Celta-Valencia… Venía un equipo con mala racha y sin hacer mucho marcó cinco goles. Cada encuentro es distinto”, argumenta.
No sólo de cuentas vivirá el Celta este jueves. Hacen falta más ingredientes. Uno muy claro: “El apoyo del público será fundamental. La gente tiene que llevar en volandas a los jugadores”, sostiene Salinas con énfasis. Y luego, a poder ser, que se dé alguna circunstancia excepcional: “Que haya algún expulsado, como este domingo, o un penalti”.
Más Tenerife que Oviedo
Eso sí, la situación de aquel 5-0 guarda diferencias con la que afronta el equipo vigués el jueves. Con 2-0 el Oviedo se tuvo que abrir y los de Chechu Rojo no perdonaron. Ese factor deben tenerlo en cuenta los olívicos como propio: “El Sevilla es un equipo muy fuerte con un contragolpe brutal y tú tienes que arriesgar. Eso juega en perjuicio del Celta. Además, ellos están acostumbrados a jugar finales y semifinales”, señala el bilbaíno.
A Patxi Salinas este partido le recuerda más al que vivieron en semifinales en el Heliodoro Rodríguez, al que acudían con un 3-0 a favor. “Con el Tenerife nosotros íbamos perdiendo 2-0 y no hicimos nada, seguimos jugando igual porque estábamos clasificados. Eso es lo que va a hacer el Sevilla si el Celta marca”, afirma.
A pesar de saber lo que es ganar sobradamente en un partido de Copa del Rey, tanto Otero como Salinas coinciden al admitir que será “muy difícil” remontar la eliminatoria. Creen que el encuentro será diferente al del pasado domingo en Liga, pero levantar el 4-0 en contra sería algo “épico”, en palabras de central vasco. Eso es lo que le espera al Celta el jueves. Morir en el intento o la épica. Llegados a este punto, ambas cosas encierran algo de heroicidad. Virtud que Otero y Patxi ya se ganaron en el 94.