«Muy positivo», así calificaba Mónica Domínguez, representante de los celadores del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), el encuentro mantenido con el nuevo conselleiro de Sanidade y los responsables del área sanitaria.
El colectivo de celadores, que durante las últimas semanas ha llevado a cabo movilizaciones de protesta, decidirá este miércoles (17:00 horas) en asamblea si aceptan la propuesta, aunque a priori todo apunta a que habrá acuerdo. «Recuperar el transporte interno en todos los hospitales de la ciudad es una gran paso después de que nos hubiesen ido retirando funciones, pero es el colectivo el que tiene que tomar esa decisión», añade Mónica.
Cuatro representantes de los celadores acudieron en la mañana de martes a Santiago citados por el conselleiro para hablar sobre los problemas que les afectan. En el encuentro, además de los portavoces de los trabajadores y del titular de Sanidade, también se encontraban los gerentes del Servizo Galego de Sáude (Sergas), de la Estructura Organizativa de Xestión Integral (EOXI) y la jefa de Recursos Humanos.
Tras admitir que la entrada de los «Tigas» en el hospital había complicado el trabajo interno, el conselleiro se comprometió a eliminar esta figura dentro de todos los centros médicos de la ciudad, de forma que tan solo continuarán en el transporte externo.
En el encuentro también se habló del trabajo en el servicio de Urgencias, donde se están registrando más problemas, y los responsables de Sanidad señalaron que intentarían recuperar algunas de las atribuciones que ahora tenía la concesionaria.
Desde que se inició el traslado a las nuevas instalaciones de Beade, los 500 celadores del Chuvi se han visto relegados por empleados externos contratados por la concesionaria del hospital a través de una ETT. La confirmación les llegó a través de un comunicado interno en el que no figuraba la firma de ningún jefe de servicio ni responsable. Con el membrete de Xunta de Galicia y Xestión Organizativa Integral de Vigo (EOXI), la nota dejaba bien claro que sus funciones se veían reducidas al mínimo, de forma que solo se encargarían del traslado de pacientes y el resto sería llevado por el servicio de transporte.
Tras lanzar un ultimátum al conselleiro para que los recibiese, este martes se produjo por fin el encuentro.