Gabriel Hernández, junto al madrileño Enrique Adán, finalizaron quintos en el K-2 500 en una regata espectacular. Ambos mantuvieron una gran progresión y se notó en la última regata. Apostaron por estar entre los mejores, algo que lograron al clasificarse para la final, y consiguieron colocarse a menos de un segundo del podio. Su actuación puede clasificarse de brillante.
Lo mismo se puede decir de Aarón Diéguez, que compitió en el K-4 1.000 español. Este barco inició el campeonato con algunas dudas, pero después se recuperó en la semifinal. En la final finalizó en el octavo lugar. También un buen resultado si se tiene en cuenta la calidad de sus adversarios.
Tanto Gabriel Hernández como Aarón Diéguez debutaban en en Campeonato de Europa, lo que añade todavía más mérito a sus buenos resultados. Llegar a la finales de sus modalidades era un gran objetivo que al final lograron e incluso tuvieron opciones de luchar por las medallas.