Los hechos ocurrieron en la parroquia de Camos, en el barrio de la Cruz, a escasos metros del aserradero Rafael Costas, en torno a las 14:15 horas de la tarde cuando la joven regresaba de las clases en el IES Val Miñor. Según explica el padre, Marcos Correa, la adolescente vio como una furgoneta pasaba dos veces a poca velocidad y que poco después, tras una curva, estaba estacionada con las puertas abiertas y con unos sacos azules en el exterior. «Al pasar mi hija un individuo la enganchó por detrás y le tapó la boca para que no gritase pero al hacerlo soltó un brazo y ella intentó escapar por lo que la tiró al suelo y forcejearon y ella logró escapar tras arañarle en la cara», describe Marcos, que se felicita por el valor demostrado por su hija ante lo ocurrido. «Le echó mucho valor con 14 años que tiene», asevera. Todo ocurría a apenas 300 metros de su vivienda, que es la distancia que hay entre la parada del autobús y la casa.
Por ahora, según explica el padre de la joven, no se sabe nada y a través de las redes sociales llegan mensajes de que se ha visto al hombre en Tui y en Salceda pero, como remarca, «por ahora son solo rumores y comentarios». Señala que incluso le han dicho que hubo casos similares en Ponteareas, Gondomar y en Navia pero insiste en que se trata de «rumores» y que a él la Guardia Civil no le ha concretado nada al respecto. Sobre la petición de la ropa y la mochila de la joven, manifiesta que le han dicho que «es algo que hacen siempre en estos casos».
Insiste en la importancia de «dar con él» y para ello ha hecho un llamamiento en Facebook en el que explica que se trata de un hombre de unos 40 años, de 1,70 metros de estatura, pelo moreno y corto y «algo de barba». Precisa también que puede presentar arañazos en la cara fruto del forcejeo con su hija. En el momento del intento de secuestro llevaba una camiseta roja y un pantalón de chándal. «Iba en un coche que tampoco es muy común así que confiamos en que aparezca», afirma.
Mientras tanto, la joven trata de recuperar la normalidad y acudió en la mañana de este jueves a clase con normalidad. «Hoy se encuentra bien y está tranquila pero me imagino que no será hasta mañana o pasado cuando analice más friamente lo ocurrido y se dé cuenta de lo que pasó», señala Marcos González, que destaca el «fuerte carácter» de su hija.