Y es que un partido que pudo terminar con goleada de escándalo acabó resolviéndose con un gol de penalti. Las ocasiones fueron innumerables y la superioridad, aplastante, pero los celestes solo encontraron la red del Eibar gracias a un penalti sobre Santi Mina que Nolito no desperdició.
El Celta saltó al campo con el mismo once que arrolló al Rayo Vallecano una semana antes y dominó desde el principio el choque. Apenas pasó apuros el equipo vigués en la primera parte. Dos despistes de Cabral y Augusto estuvieron a punto de costar un disgusto, pero las ocasiones se fueron acumulando en la portería local.
La diferencia de ambas plantillas se hicieron evidentes desde el inicio y los diferentes objetivos de los dos equipos también quedaron demostradas. El Eibar lucha por huir del descenso y optó por apretar los dientes, presionar la salida de balón de los celestes y salir al contragolpe con Saul Berjón como punta de lanza. Los vigueses manejaron la pelota sin excesivos problemas para llegar al área combinando.
Pudo marcar Khron-Dehli, que probó fortuna desde media distancia. Uno de sus disparos se marchó rozando el palo cuando ya celebraba el gol. Pero la jugada decisiva llegaría en el minuto 38. Velasco Carballo había señalado penalti en una jugada anterior, pero rectificó a tiempo y mostró una merecida cartulina a Larrivey por su piscinazo. En la recta final de la primera mitad ya no hubo dudas. Santi Mina fue derribado por Dani García y Nolito hizo abrió el marcador desde los once metros.
Dos minutos después, el andaluz pudo sorprender desde el centro del campo al ver a Irureta adelantado, pero el balón se marchó rozando el larguero. El Celta completaba los primeros 45 minutos con notable, por delante en el marcador y con la sensación de que podía matar el partido si afinaba su puntería en la reanudación.
Había que sentenciar para no pasar por problemas. Los de Berizzo mantuvieron el ritmo, su toque, no había prisa. Probó fortuna Orellana desde lejos, pero el balón se fue alto. El Eibar apretó los dientes para llegar con más corazón que cabeza. Garitano hizo dos cambios en busca de la reacción, dando entrada a Manu del Moral y Piovacari por Capa y Javi Lara. Balones colgados, un par de faltas laterales y trabajo extra para Sergio.
Un recital de juego sin goles
El Toto optó de nuevo por Pablo Hernández para refrescar a su equipo y retiró a Santi Mina. El recital aumentó. Augusto fue el dueño y señor del centro del campo, atrás tanto Fontás como Cabral no dieron ni un milímetro y en la banda la fiabilidad de Mallo y Jonny fue demoledora para las aspiraciones locales. Poco a poco, el dominio fue en aumento, aunque las ocasiones no se materializaban. Una jugada de tiralíneas de todo el equipo pudo ser la puntilla definitiva, pero Orellana no supo encontrar la red de Ipurúa después de un taconazo de Khron, en un espectacular momento de forma.
Lejos de reaccionar el Eibar se vio arrollado por la autoridad del Celta. Solo un disparo al larguero en los últimos minutos puso en aprietos a Sergio. El resto fue un dominio aplastante con ocasiones de forma consecutiva para Nolito, Larrivey, Orellana e incluso Hugo Mallo. Los celestes regresan con las mejores sensaciones para recibir al Real Madrid la próxima jornada en Balaídos.
Eibar: Irureta, Bóveda, Capa (Manu del Moral, min. 46), Arruabarrena, Borja FF, Dani García (Lekic, min. 67), Lillo, Didac Vila, Saúl, Raúl Navas y Javi Lara (Piovacari, min. 46).
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny; Augusto Fernández, Khron-Dheli (Radoja, min. 86); Santi Mina (Pablo Hernández, min. 67), Orellana, Nolito (Charles, min. 90); y Larrivey.
Goles: 0-1: Minuto 40, Nolito, de penalti.
Arbitro: Velasco Carballo (Comité Madrileño). Amonestó por el Celta a Larrivey y por el Eibar a Arruabarrena.
Estadio: Ipurúa.