El pesquero, de 27,5 metros de eslora y 6 metros de manga, quedó a la vista de todos. Su instalación todavía no ha terminado, puesto que ahora falta acondicionar el interior de la glorieta de la Avenida Castelao, con ajardinamiento e iluminación, para que se pueda observar el diseño definitivo. Miles de conductores pasaron por la zona para comprobar con sus propios ojos lo que hasta ahora eran solo infografías y simulaciones. Varias patrullas de la Policía Local custodian el barco. Solo unas horas antes, un centenar de policías antidisturbios permitían que el convoy organizado por la empresa Grúas Dóniz llegase a buen termino. Hubo momentos de mucha tensión y varios lesionados en el desalojo de la calzada. Una veintena de opositores a la instalación se encanderaron con tubos a los semáforos del cruce con la calle Estrada y posteriormente alguno más se tumbó en la calle para impedir el paso. Desde las ocho de la tarde, unas 200 personas se concentraron en Beiramar.
El amplio dispositivo policial ni titubeó y de forma expeditiva retiraron a las personas que pretendían parar el barco. Al final, Coia despertó con el «Bernardo Alfageme» instalado en su ya polémica rotonda.